Llorente debuta un rato en un bolo de taco largo

Con taco largo y la hierba alta y seca, lo que precisamente no le gusta a Bielsa porque ralentiza el juego y encima con 30 grados de temperatura, se desarrolló el último amistoso del Athletic de pretemporada, con un once de circunstancias por aquello de las numerosas bajas médicas y olímpicas y ante un rival de empaque, potente y ofensivo, mezcla de raza y talento. El Lille fue superior, más incisivo y con mayor pegada. Lo mejor, el debut de 25 minutos de Llorente y de San José, con vistas al Slaven y el gol de Ibai.

Al delantero riojano, protagonista del verano junto a Javi Martínez por la Eurocopa, los cantos de sirena y una renovación que no se cristaliza, se batió el cobre como pudo en Dax, pero apenas tuvo tiempo, con el marcador en contra, el Lille lanzado y en un sprint final con un hombre menos por la expulsión de Ramalho. Al riojano se le ve ágil de movimientos y fijó a los centrales locales. El equipo mejoró con su presencia.

Pero el Lille no estaba para bromas. El extremo Payet fue su hombre más incisivo en la primera parte, con varios remates a puerta desde fuera el área y haciéndose dueño del carril izquierdo del campo roriblanco, ayer de verde. Kalou, en cambio, estuvo desaparecido en combate, pero también marcó. El Athletic resistía las acometidas del conjunto francés, con un remate de De Melo, en el que Iraizoz se tuvo que emplear a fondo, pero que ya no acertó ante Basa, de un certero cabezazo que encarriló la victoria del Lille.

Bielsa saltó fuera del banquillo en ocasiones, como en una para abroncar a un voluntarioso Toquero, con tendencia a escorarse a la banda, y a Castillo, remiso en el tercer gol de los franceses, con el reaparecido San José blandito en el interior del área.

Ekiza, tocado. Bielsa apostó en el segundo acto, ya con vista al Slaven croata del próximo jueves, por recomponer la defensa con la entrada de Ekiza por Gurpegui y Castillo por Galarreta, subiendo a la medular al multiusos Iñigo Pérez, pero las molestias del central navarro persisten y hubo que sacar casi a renglón seguido a Aurtenetxe.

La expulsión de Ramalho por derribar a un contrario que se aproximaba como una bala consiguió que el sopor se adueñara del choque, con un puñado de aficionados desplazados desde Bizkaia reclamando más intensidad, mientras el partido agonizaba. Al menos, Llorente volvió a aparecer. El equipo le necesita y más con Aduriz renqueante.