"El Madrid nos hace el regalo de volver al Tartiere"

El Oviedo se mide al Madrid 10 años después. ¿Qué supone este amistoso para el club asturiano?

Que el Real Madrid, aunque sin alguna de sus figuras, vuelva al Carlos Tartiere para mí es un regalo que este Consejo de Administración le puede ofrecer a la afición. A su vez es un regalo que nos hace el Real Madrid.

El Oviedo pasa por uno de sus momentos más delicados. ¿Por qué se ha embarcado en la aventura de presidir el club?

Porque me lo pidió el accionista de referencia, el Ayuntamiento. Contando con el apoyo de la Asociación de Peñas, y de la totalidad del oviedismo, excepto del máximo accionista. Y por un principio de responsabilidad. Puedo aportar algo en esta situación lamentable.

¿Qué ha llevado al Oviedo a estar al borde de la desaparición?

Una política de tambor y gaita soportada sobre la osadía, el desconocimiento y la irresponsabilidad.

¿Podría ocurrirle lo mismo a otros clubes?

En una situación tan límite, no. El fútbol vive de intangibles, de goles, pero hace falta un punto en el que hay que poner los pies en el suelo, sensatez. El problema del Oviedo es que iba con las ruedas pinchadas y sin cadena. El Oviedo está en riesgo de desaparición. Hay que poner sensatez para evitarlo.

Las deudas ahogan...

Son deudas que imposibilitan el camino. El Oviedo no atendió ningún pago con Hacienda y la Seguridad Social en los dos últimos años. Esto ha llevado a ambos organismos a embargar toda clase de ingreso. En el caso de que podamos atender algunos pagos obligados de manera inmediata podríamos darle una posibilidad de futuro. Quiero ser optimista. El oviedismo es la ciudad y media Asturias, por lo menos. La fuerza que tiene es ilimitada.

Hace días, 1.000 personas fueron a la presentación de un jugador como Diego Cervero.

Oviedo es un caso singular. Una afición tan tenaz en situaciones tan difíciles durante tantos años, es una afición irrepetible e incomparable.

El club está a la espera de una ampliación de capital. ¿Qué modelo de inversores desea?

Me gustaría sentimiento asturiano. Diez inversores que en cantidades correlativamente pequeñas cubrieran las necesidades. Me preocupa mucho el futbolmocho, los salvadores e inventores. Tenemos antecedentes lamentables en otras ciudades.

Quique Pina, dueño del Granada, había diseñado un proyecto deportivo para el Oviedo. Ha anunciado que invertirá en la ampliación de capital. ¿Comparte que una misma persona tenga el control de varios clubes?

Pina tenía intereses en el Granada, en el Tenerife, en el Cádiz Estuvo a punto de tenerlos en el Oviedo. No tiene por qué ser malo, pero no me gusta. Me gustaría que Pina viniera a Oviedo, hiciera una inversión para darle la solución económico-deportiva al club.

Durante sus 20 años en la Liga de Fútbol Profesional lidió con dirigentes de todo tipo. ¿Han cambiado sus perfiles desde entonces?

Siempre ha habido peculiaridades. Y personajes peculiares. No los da el fútbol, sólo los promociona. Los he conocido manirrotos y también sensatos. Pero han sido muy pocos los que han llevado a un club a una situación como la del Oviedo.

¿Cómo valora la gestión de la Liga desde su marcha?

El fútbol es a veces irresponsable, pero sigue sometido a demagogia. Ha propiciado a las arcas del Estado más de lo que ha recibido. Se beneficia mucho más el Estado del fútbol, que el fútbol del Estado. El fútbol, que absorbe el diez por ciento de las quinielas, recibe menos que las diputaciones. El generador de ese dinero es el fútbol. En cierta forma está expropiado. Si todo ese bien se revertiera en él mismo, no estaríamos en esta situación.

¿Hay demasiado espectáculo en el fútbol?

No. El fútbol es un deporte espectáculo. Si sólo fuera fútbol, quebraría y se rompería por su base.