Saiz rompe con el agente de Bedia, pero él quiere seguir

Jokin Bárcena, representante de Edu Bedia, y Manolo Saiz han sido incapaces de ponerse de acuerdo en la redacción de un nuevo contrato para el jugador camargués a pesar de que las diferencias económicas coinciden ambas partes en considerarlas casi simbólicas.

El motivo del desencuentro es, según el mánager racinguista, de "filosofía" de los premios. El agente vasco pretendía incluir pluses por partidos jugados y el torrelaveguense solo los admitía por objetivos. Y ahí encallaron. Hasta el punto que en la mañana de ayer Saiz rompió oficialmente las negociaciones y retiró la oferta.

Se da la curiosa circunstancia de que al centrocampista camargués la noticia le cogió entrenándose... ¡en El Sardinero! A pesar de que había acabado contrato el pasado 30 de junio, Edu ha seguido entrenándose cada día en las Instalaciones de La Albericia o, como ayer, en el propio estadio, señal inequívoca de que su primera intención era continuar en el Racing.

La oferta verdiblanca ha sido bastante por debajo de la mitad de lo que venía cobrando la pasada campaña y, a pesar de ello, tras varias reuniones Saiz-Bárcena, las cifras llegaron a estar muy cercanas, pero...

Lo curioso del caso, y nada habitual, es que, al filo de las tres y media de la tarde, el propio jugador intervino en directo en la sintonía de 'SER Deportivos' y dejó bien claro que su intención es quedarse en Santander, que va a intentar que su agente retome las conversaciones y que la apuesta futbolística de Juan Carlos Unzué por el buen trato de balón es absolutamente determinante en su deseo que seguir en el club. Es más, el internacional Sub-21 alabó los fichajes realizados en los últimos días: "Son jugadores que conozco, y que en el caso de Yuste jugué con él en el Salamanca, y que me parecen magníficos fichajes. Son futbolistas que van en esa línea de tener el balón".

El problema en este caso es quién levanta el teléfono para pedir la reanudación de las negociaciones. La otra parte puede entender que el que pierde, paga. O, para ser más exactos, el que llama, cede. Y Saiz no es muy dado a ceder...