El Athletic tuvo que mediar para atajar la crisis de las obras

El regreso del Athletic a los entrenamientos ha quedado marcado por el estado de precariedad de las instalaciones de Lezama, con varias obras a la vista. La más importante afecta a la zona de uso del primer equipo y es lo que ha llamado la atención de Marcelo Bielsa. El técnico se fue de vacaciones con la idea de que a su vuelta el trabajo estaría más avanzado y el lunes no pudo reprimir un enfrentamiento con el jefe de obra del edificio principal.

La bronca fue bastante intensa y los operarios, en protesta, decidieron no acudir ayer a su puesto de trabajo mientras entrenaba el Athletic. La crisis ha tenido que ser atajada por los máximos responsables del club, que se exponían a un bochorno descomunal, y se da por seguro que en las próximas horas los obreros y Bielsa puedan convivir en el mismo recinto.

El técnico argentino, muy meticuloso, tuvo el lunes un agrio enfrentamiento con uno de los encargados de supervisar los trabajos que se desarrollan junto al vestuario y gimnasio del primer equipo. La chispa prendió y el interpelado tampoco calló nada, pues no quería dejar de defender que en los últimos días su brigada de operarios ha estado trabajando largas horas para dar salida al proyecto.

Además de la renovación de la zona exclusiva del primer equipo, hay mejoras en los bajos de la Tribuna Gainza (donde hay espacio para las categorías inferiores), se está levantado un campo nuevo y sustituyendo la hierba en dos terrenos de césped artificial.