Liga BBVA | Athletic
Airada protesta de Bielsa por las obras de Lezama
Tuvo una dura discusión con el responsable de la reforma
El Athletic regresó a los entrenamientos con Lezama patas arriba y Marcelo Bielsa, meticuloso como es, no pudo soportar lo que entiende como un retraso en el estado de las obras y protestó de manera airada. Tras charlar con José Mari Amorrortu sobre el asunto en plena supervisión de las instalaciones exteriores, fue más enérgico con el jefe de operaciones en el interior. Tensión en el primer día. El equipo, que saldrá a Grenoble, Casablanca y Wroclaw a jugar amistosos este mes, deberá convivir el resto de los días, hasta finales de agosto, con un paisaje de grúas y soportar el ruido.
El campo que habitualmente utiliza el equipo juvenil (uno de los que suele emplear el Athletic) para sus entrenamientos, acaba de cambiar el drenaje y no estará listo hasta dentro de mes y medio; los dos terrenos de hierba artificial se han levantado por completo; se está construyendo un campo en la parte más alta del recinto; hay obras en el edificio principal y en los bajos del pabellón cubierto, el comedor aún no se ha terminado...
Pese a que se ha tratado de minimizar el impacto y preservar el trabajo de cada uno, hay zonas que se convierten en comunes con el inconveniente que supone. Bielsa no encajó de buen modo el estado de la reforma ni alguno de los peajes a pagar. Las obras también afectan al desarrollo del campus del club y uno de sus grupos se ejercitó a escasos metros del primer equipo, entre el pabellón y el césped. Locura en Lezama desde el primer día.
La afición, sin recortes
El Athletic despidió la pasada temporada con una serie de restricciones para hinchas y periodistas, a los que se acotó una zona para ver los entrenamientos. En cambio, la primera jornada de trabajo de la pretemporada no tuvo limitaciones y los poco más de 150 seguidores que acudieron a la sesión matinal pudieron ubicarse en cualquier lugar, al tiempo que al finalizar la sesión pidieron autógrafos a los jugadores cuando tomaron sudorosos el camino de los vestuarios.