El histórico San Lorenzo se la juega frente a Instituto
Jugará la promoción para no bajar.
El fútbol argentino tuvo un cierre liguero apasionante. Sobre todo, en la definición infartante de los descensos a la B Nacional. Sin embargo, todavía hay equipos que tienen un pie en cada categoría. Con Olimpo y Banfield ya en Segunda División, San Martín de San Juan deberá dirimir su suerte con Rosario Central por un plaza en la A. El otro equipo que intentará seguir con vida en la máxima categoría es el histórico San Lorenzo de Almagro, que derrotó a los sanjuaninos en la última jornada y volvieron a conectar el respirador artificial.
Durante 90 minutos, San Lorenzo tuvo viajes intensos entre el cielo y el abismo. Estuvo unos minutos en descenso directo pero finalmente forzó un partido de promoción contra Instituto de Córdoba, de la B Nacional, que a su vez tenía todo a su favor para ascender a la Primera de manera directa, pero no lo concretó en la última jornada. Eso sí, San Lorenzo lo tendrá más fácil: en este tipo de definiciones mano a mano, el equipo que intenta retener su sitio en Primera cuenta con una ligera ventaja deportiva. Es decir, si empatan los dos partidos, San Lorenzo no descenderá. "Si el corazón late, por algo es", sentenció el portero Pablo Migliore entre lágrimas.
Cuentan fuentes del club que el entrenador Caruso Lombardi casi se desmaya en la charla técnica fruto de los nervios. Y que el presidente Abdo se descompuso en el palco oficial. En medio de esta locura, el milagro del Ciclón ahora sí parece posible. Seguiría así en la élite de Primera.
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Grondona lloró por Arsenal
El fútbol argentino demostró que, a veces, los clubes pequeños también pueden darse lujos de poderosos. Y Arsenal fue el ejemplo más contundente: ganó el primer título en la A de su historia, ocupó las portadas de todos los periódicos y hasta hizo llorar de la emoción al presidente de la AFA, Julio Grondona, uno de los padrinos de la institución. Arsenal tuvo una campaña de equipo grande: consiguió el 66,7% de efectividad, sumó 38 goles y dio su tercera vuelta olímpica en cinco años (ya tenía la Sudamericana 2007 y la Suruga Cup 2008).
