Setién, protagonista en la fiesta

El Lugo, con un presupuesto que no llega a los 700.000 euros, regresó el pasado domingo a Segunda 20 años después. Los rojiblancos llegaron a casa ayer desde Jerez y fueron recibidos por medio centenar de aficionados. Ya en Lugo, unos 400 hinchas les estaban esperando en la Plaza de Aguas Ferreas con cánticos para toda la plantilla y, especialmente, para el técnico Quique Setién.

"Quique quédate, Quique quédate" fue la frase más entonada y también fueron muy coreados los nombres de Miguel Escalona, el meta que detuvo dos penaltis en Cádiz, y el capitán Manu, que fue el encargado de transformar la última pena máxima que les dio el ascenso. Ya por la tarde, la plantilla fue recibida en el Ayuntamiento por el alcalde, José Clemente López Orozco, y firmaron en el Libro de Oro de la ciudad. La expedición se desplazó después hasta el salón de actos de la Diputación Provincial, donde fue recibida por el vicepresidente y delegado provincial de Deportes, Antón Veiga. No faltó el recorrido en autobús por la ciudad para celebrar el éxito con los lucenses, que salieron en un buen número a la calle.

José Bouso Alvite, presidente del Lugo, señaló en los discursos: "El sueño del ascenso se ha conseguido, pero el trabajo ha sido enorme". Por su parte, Quique Setién no desveló su futuro: "Aquí me siento respetado, valorado y querido como en mi casa. Todavía no he tomado una decisión sobre si seguiré y ahora me toca pensarlo y reflexionar mucho".