Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

CUARTOS DE FINAL | INGLATERRA 0-ITALIA 0

El fútbol premia a Italia

Italia superó a Inglaterra en la tanda de penaltis y jugará la semifinal ante Alemania. El equipo de Prandelli mereció pasar sin tanto sufrimiento ante una Inglaterra con muy pocos recursos.

English forward Danny Welbeck (L) vies with Italian midfielder Andrea Pirlo during the Euro 2012 football championships quarter-final match England vs Italy on June 24, 2012 at the Olympic Stadium in Kiev.  AFP PHOTO / CARL DE SOUZA
English forward Danny Welbeck (L) vies with Italian midfielder Andrea Pirlo during the Euro 2012 football championships quarter-final match England vs Italy on June 24, 2012 at the Olympic Stadium in Kiev. AFP PHOTO / CARL DE SOUZACARL DE SOUZAAFP

El último partido de cuartos de final dejó una buena noticia: Pirlo sigue en la Eurocopa. Los grandes torneos son de los grandes jugadores y Andrea Pirlo, de profesión fubolista-arquitecto, lo es: grande, muy grande. Él, 33 años ya, explica la superioridad de Italia sobre Inglaterra, personifica el nuevo estilo de la azzurra y permite fantasear con una diosa fortuna no siempre ciega, a veces caprichosa y enamorada del más valiente, el que más la cortejó. Pirlo existe para inventar líneas de pase y mover maquinaria pesada con pluma y tintero, un poeta al mando de un ejército. Inglaterra sólo fue mejor cuando funcionó la trampa de Hodgson sobre el cerebro italiano: Parker encima y Rooney, Welbeck y Gerrard cerrando los espacios. En cuanto bajó la presión y se aflojó el nudo, Pirlo escapó del cepo con su estilo liviano y su cadencia esponjosa: piensa rápido pero no juega ni rápido ni despacio: juega exactamente como tiene que jugar. Después, en la tanda de penaltis y con su equipo boqueando tras el fallo de Montolivo, lanzó el suyo a lo Panenka y enamoró definitivamente al destino. Los suyos volvieron a creer, los ingleses se tomaron el gesto como un mal augurio: Young y Cole fallaron y Diamanti selló el pase de Italia a semifinales. Contra Alemania. Suena a fútbol de siempre, a choque colosal. Tambores de guerra.

Los penaltis, una tragedia constante para Inglaterra. Con esta, seis tandas perdidas en Mundiales y Eurocopas por sólo un triunfo, en 1996 y ante… España. Ahora, otra vez, se retira demasiado pronto con su historia, su pompa, sus circunstancias… y sus limitaciones. Esta vez con la coartada de algunas bajas decisivas (la más dolorosa Barry, esencial en el centro del campo) y con la cabeza alta después de caer como un Bulldog, rota antes que doblada. Durante media hora Inglaterra fue un trueno de contras rápidas, enorme despliegue físico e incursiones por la derecha de Milner y Johnson, al que hizo Buffon una de las mejores paradas de la Eurocopa, a bocajarro. Después apareció Pirlo, funcionó Italia e Inglaterra fue cediendo metros hasta terminar demasiado cerca de Hart, con Carroll achicando balones por arriba y Gerrard acalambrado. La prórroga fue un drama que precedió a otro: los penaltis, los fallos de Young y Cole.

Italia avanza y cuesta no aplaudir la propuesta de Prandelli, que intenta redefinir a Italia a contraestilo, con la posesión y el mando, amasando pases en busca de fisuras, una Italia cercana a España que sufrió mucho ante una Inglaterra cercana a la otra Italia, la de casi siempre. De Rossi y Diamani remataron al poste y Balotelli no tomó ni una buena decisión que coronara su constante actividad. Y aunque pareció un equipo timorato cuando Inglaterra le presionó arriba, terminó siendo superior y acumuló posesión y llegadas. Se hizo acreedor del triunfo a los puntos pero lo logró en el K.O. de los penaltis, cara en el mismo escenario que fue cruz hace cuatro años, ante España. Ahora avanza Italia y espera Alemania. Otra vez en semifinales, cambiar todo para que nada cambie y el eterno aviso con el que comienza el himno de una selección de repente ,y otra vez, orgullosa: “Hermanos, Italia despierta…”.