Alemania tiene la llave del grupo y la escoba a punto

La autopista de Alemania hacia la final de la Eurocopa prosigue hoy con otro tramo peligroso, el último de la primera fase. La loable selección danesa de Morten Olsen se cruza en el camino germano con la imperiosa necesidad de ganar para seguir con vida. A Holanda y Portugal ya les hizo sudar de manera inesperada sin tanta urgencia encima, así que hoy es seguro que volverá a dar guerra.

Los daneses recuerdan que ya fueron verdugos de Alemania en la final del 92, en una de las mayores sorpresas de siempre, y mantienen ese espíritu para lograr tres puntos quizá definitivos. Será sin el extremo Rommedahl, que se lesionó ante Portugal, y probablemente también sin el mediocentro Zimling, aunque ayer aún se hablaba de una recuperación milagrosa. Dos ausencias, en todo caso, que hacen mucho daño a un equipo con poca bisutería como para andar cambiando de estilista.

Todo lo contrario que Alemania, que no tendrá a Boateng por sanción y aún así cuenta con Höwedes o Schmelzer, si Lahm se desplaza a la derecha, como alternativas. Joachim Löw y sus jugadores celebraron la victoria ante Holanda como si supusiera la clasificación. Y no es para menos.

Números. Por eso habrá que ver si Löw apuesta por su once de gala, salvo Boateng, o da entrada a varios de los suplentes. Su equipo no está clasificado aún, pero un empate le vale y serviría también para eliminar a Holanda y Portugal en caso de que los holandeses ganen su partido. La hipótesis de pasar de la mano con Dinamarca es muy bonita. ¿Demasiado para ser realidad?