Grupo B | Portugal
El equipo portugués cierra filas en torno a Cristiano Ronaldo
Se habla más de él que de Holanda y sus compañeros le arropan. Portugal realiza el último entrenamiento en su cuartel general antes de partir a Kharkiv para medirse a Holanda.
Mañana soleada en Opalenica. Un serio Cristiano cede el protagonismo a un visitante de postín: Eusebio. La Federación ha invitado al legendario delantero, a quien se le atribuye un efecto talismán, para arropar a los internacionales y acaparar la atención de la Prensa en una jornada con un clima enrarecido. Desde Portugal llegan unas declaraciones en las que Antonio Simoes, exinternacional y ayudante de Queiroz, cuestiona "la madurez de Cristiano para ser capitán. Su reacción con el tema de Messi lo demuestra". Lo cierto es que el madridista suma 5.826 minutos en diez meses ininterrumpidos. Algo así como 65 partidos completos.
Cristiano evita la imagen que mañana abrirá los informativos, su saludo a Eusebio, durante los 15 minutos de puertas abiertas a la Prensa. Al fondo Paulo Bento cuchichea tapándose la boca con un ayudante mientras Joao Pinto, director general federativo, departe con su vicepresidente, Umberto Coelho, cerca de Eusebio. El entrenamiento comienza con unos rondos en los que Cristiano y Nani no se dirigen la palabra, relación opuesta a la que mantiene el 7 con el clan madridista. Pepe saluda a Eusebio y las cámaras de los fotógrafos repiquetean. A falta del Cristiano, bien vale un Pepe.
Ansiedad. La Prensa realiza encuestas sobre la ansiedad de Cristiano, mientras se anuncia que hablará Valera, héroe ante Dinamarca. Eso ya es pasado. Holanda no aparece en las conversaciones en la eficiente sala de prensa lusa. Aquí todos saben que la clasificación pasa por ganar a Holanda y eso pasa por recuperar a Cristiano, y a sus goles. Portugal quiere revivir la revolución de los claveles, aunque en este caso será la de los tulipanes.