IRLANDA 1 - CROACIA 3
Croacia borra a Irlanda
Dos goles de cabeza de Mandzukic y otro de Jelavic permitieron a Croacia ganar a Irlanda, que sólo resistió media hora. St. Ledger marcó para los irlandeses. Croacia lidera el grupo de España.
El fútbol es imprevisible, aunque entrenadores italianos, como Giovanni Trapattoni, se empeñen en querer controlarlo todo y convertirlo en juego aburrido y predecible. Para ellos el gol es una anécdota, algo prescindible, pero cuando en su camino se encuentran con un tanto en contra, querer jugar a lo que no sabes se convierte en un deseo tan inútil como imposible de alcanzar. Eso le sucedió a Irlanda contra Croacia, compañeros de viaje de España e Italia en esta primera fase dela Eurocopa.
Irlanda sólo tiene un plan y no es que no quiera cambiarlo cuando el mundo se le pone del revés, es que ni sabe ni puede hacerlo. Empuja y empuja, para recuperar el balón o para llevarlo hasta el área rival, sin sutilezas, sin adornos, con un fútbol tan directo como rudimentario. Así lograron llegar hasta la Eurocopa, un mérito indiscutible y enorme, y sólo así saben manejarse por el torneo.
Tan pronto como se vio por delante en el marcador, Croacia, tan capacitada para el toque como miedosa, le cedió el campo y el balón a Irlanda. Los primeros no quisieron arriesgar con la pelota, los segundos no supieron qué hacer con ella. El resultado fue una colección de imprecisiones que llevó a los irlandeses a vivir durante casi media hora en territorio desconocido, más cerca del área contraria que de la propia.
Mandzukic apenas necesitó tres minutos para marcar de cabeza a pase de Srna. St. Ledger sólo precisó de un cuarto de hora más para replicar con otro cabezazo, anticipándose a Corluka después de un excelente pase de McGeady, que con ese centro dio por finalizada su actuación en el encuentro.
Esta actitud de Irlanda, un bloque con un espíritu y un ánimo inquebrantable, pero sin un gramo de fútbol, enseñó el camino a Croacia, que no tardó en asumir que el camino elegido sólo podía llevarle hasta la derrota. Recuperó el balón y con él la iniciativa. Modric, escondido hasta entonces, comenzó a mostrarse. Croacia, donde el magnífico lateral derecho Srna ejerce un liderato indiscutible, ya fue otra cosa y el partido cambió de rumbo.
Given mantuvo en pie a Irlanda, pero lo que no puede hacer el veterano portero es enseñar a despejar a sus defensas, que son de esos futbolistas que se ganan la vida sin saber comunicarse con la pelota. Cerca del descanso, Ward quiso despejar dentro del área y le regaló una ‘asistencia’ a Jelavic, que definió con facilidad.
Con el balón en los pies, Croacia se sintió fuerte y poco a poco fue borrando del mapa a Irlanda. Bajó el ritmo del partido y los croatas se fueron pareciendo a lo que se esperaba de ellos, un equipo que se gusta cuando tiene la pelota y sufre cuando debe correr detrás de ella.
La cabeza de Mandzukic volvió a surgir por encima de la de los irlandeses para firmar el tercer tanto con una carambola involuntaria con Given. El balón cabeceado por el croata se estrelló en el poste y después de golpear en la cabeza del portero acabó superando la línea de gol. Sin argumentos en ataque, los errores a balón parado acabaron por condenar a Irlanda.
Se acabó ahí cualquier discusión sobre el resultado y ni los cambios mejoraron la apariencia ofensiva de Irlanda ni en el ánimo de Croacia estuvo otra cosa que no fuera guardar el balón y dormir el partido. Y cuando los irlandeses se animaron a pisar el área contraria se encontraron con la negativa del árbitro holandés Kuipers a señalar un claro penalti por derribo de Schindelfeld a Keane.
Es probable que una decisión contraria no hubiera servido para que la victoria cambiara de dueño, dada la enorme distancia que hay entre las dos selecciones. Lo único cierto es que el primer objetivo de Croacia para intentar avanzar de fase está cumplido. Sumó tres puntos y lidera su grupo.