La Roja está de luto

Manuel Preciado falleció la noche del miércoles de un ataque al corazón. España se desayunó ayer con la muerte repentina del carismático entrenador de fútbol que acababa de fichar por el Villarreal.

Manolo Preciado se encontraba en Valencia en casa de Arancha, su mujer, cuando a última hora de la noche del miércoles se sintió indispuesto. Su compañera le encontró inconsciente y llamó por teléfono muy asustada a Antonio Maestro, jefe de los servicios médicos del Sporting e íntimo amigo de Preciado, para pedirle ayuda. También llamó a urgencias y se desplazaron al domicilio, sito un complejo residencial cercano a la playa de El Perelló, policías locales y una ambulancia, pero los sanitarios no pudieron hacer nada por reanimarle y la defunción de Preciado se certificó a las 23:15 horas del miércoles.

Manolo Preciado había comentado el martes a varios amigos de Valencia, entre otros al periodista de Onda Cero Jordi Gonsalvez, que no se encontraba bien y que le dolía el estómago. Y les comentó que debía tener un virus, malestar que aún le duraba el miércoles. La noticia corrió como la pólvora por toda España. Desde Valencia a su Santander natal pasando por Gijón, su otra ciudad. Y también cayó como una bomba en la concentración de la Selección española en Polonia a la vez que saltó en España. Los jugadores estaban desayunando, preparándose para recibir las directrices arbitrales de Pierluigi Collina para la Euro2012, cuando empezaron a contárselo unos a otros: "¡Se ha muerto Manolo Preciado!" Vicente del Bosque no se lo podía creer. La tristeza se instaló en el cuartel general de La Roja en Gniewino porque entre todos los internacionales, como entre toda la gente del fútbol español, Preciado era un hombre muy querido.

Los enviados especiales desplazados con la Selección guardaron un minuto de silencio en homenaje a Preciado a las 13:30 horas. Y los internacionales también hicieron lo propio a las 19:00 horas cuando saltaron al entrenamiento. Fue un momento muy emotivo y los internacionales comentaron después que ya tienen otro motivo más que suficiente para ganar la Eurocopa para ofrecérsela a Preciado.

La FEF solicitó ayer verbalmente a la UEFA que en el partido ante Italia los jugadores de la Selección porten brazaletes negros y se guarde un minuto de silencio. El delegado del partido llega hoy a Gdanks y la Federación le entregará formalmente la petición. Mañana, en la reunión oficial , la UEFA responderá.

Manolo Preciado, al que la vida golpeó muy duro con la muerte de su primera mujer y un hijo, deja viuda a su mujer y a su madre y a su hijo Manu, y a todo el fútbol español huérfanos.