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La intrahistoria

El aislamiento, algo que es necesario pero muy duro

Es un hotel en medio de la nada. Bueno, algo hay. Un viento que pela. Por eso hay tantos molinos. Menos de dos mil habitantes repartidos en una extensa zona

No es nuevo que la Selección busque un lugar apartado para concentrarse. Neustift, en Austria, y Poch, en Sudáfrica, se han hecho famosos gracias a La Roja. Ahora pasará lo mismo con Gniewino. Pero el seleccionador ha ido un poco más allá. Los jugadores tendrán complicado programar nada en los días libres tras los partidos. Ni Alpes ni safaris. Aquí no hay nada. Es un hotel en medio de la nada. Bueno, algo hay. Un viento que pela. Por eso hay tantos molinos. Menos de dos mil habitantes repartidos en una extensa zona. Una solución es que los internacionales se queden en Gdansk tras jugar los partidos de la primera fase. Allí al menos tienen zonas de ocio junto al Báltico. El problema es que luego hay hora y media de regreso. Puede parecer que estamos ante una cuestión baladí. Pero no. Luis se preocupaba mucho de que sus jugadores desconectaran unas horas entre partido y partido. Del Bosque continuó con la fórmula en Sudáfrica. Vicente piensa repetir pero se encontrará con el problema de haber elegido un lugar inhóspito.