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AMISTOSO | ESPAÑA 1 - CHINA 0

Iniesta se inventa una victoria

La salida de Iniesta en el descanso cambió la cara de una España alicaída y discreta. El centrocampista dejó las mejores sensaciones de la Selección y regaló el gol a Silva.

Silva marcó el gol de la victoria de España.
Silva marcó el gol de la victoria de España.Toni RodriguezDiario As

El respeto que se ha ganado España con sus últimos éxitos y la confianza que transmite impiden que se nos nuble la vista con actuaciones discretas, como en este amistoso contra China. La Selección despachó al combinado asiático sin alardes y con más sufrimiento del previsto. Se hizo necesaria que la mejor versión de Casillas se aliara con la inocencia de los chinos para permitir que España llegara a la Eurocopa sumando una victoria que sirve para alimentar la estadística y poco más. Para el recuerdo apenas quedará nada, poco más que la fenomenal actuación de Iniesta en la segunda parte. El barcelonista dejó las mejores sensaciones dela Selección y regaló el gol a Silva.

El balón fue propiedad de España, pero faltó velocidad e imaginación en la circulación y pegada cuando hubo que rematar. Los movimientos lentos y demasiado previsibles de los jugadores sólo sirvieron para aumentar el atasco que buscaron los chinos en las inmediaciones de su área, donde llegaron a acumular hasta nueve futbolistas trabajando en la contención de los ataques rivales. Camacho quiso ahogar el ataque español con una defensa tan poblada, como organizada y disciplinada. Negó los espacios a la Selección y España no supo inventárselos.

Apareció de inicio Negredo como la referencia en ataque, con Cazorla, Xavi y Silva por detrás y Xabi Alonso y Busquets como pareja de mediocentros. Xabi, Busquets y Xavi ya formaron ese triángulo en el Mundial de Sudáfrica, donde sólo el título permitió que se olvidaran las críticas que recibió este dibujo táctico de Del Bosque.

No fueron mucho mejores las noticias en defensa, donde sólo el infalible Casillas y Albiol parecieron a la altura. Zheng perdonó el gol de China al poco de empezar y cerca de la media hora Casillas evitó con su milagroso pie que el mismo Zheng marcara después de un perfecto contragolpe. Correcto en defensa, Arbeloa naufragó por completo en ataque. No acertó a subir con criterio y su banda fue un desperdicio en ataque hasta la salida de Navas en el descanso. La posición de lateral derecho es una de las que admite un claro debate en la Selección. Juanfran está en condiciones de disputarle la titularidad a Arbeloa. En ataque la ventaja es clara del jugador atlético y sólo el aprecio que Del Bosque tiene por el trabajo defensivo del madridista le permite mantenerse en el once.

La respuesta de España a las peligrosas aproximaciones chinas llegó con las galopadas por la izquierda de Alba, tan incisivo en ataque como despistado en defensa, con los movimientos entre líneas de Silva y los remates de Negredo, que puso la firma a los dos disparos más decentes de España en todo el primer tiempo.

Con ese decepcionante balance cerró el primer tiempo España, a la que Del Bosque quiso cambiar la cara en el descanso. Se quedaron en el vestuario Casillas, Busquets, Xavi y Negredo para que entraran Valdés, Navas, Iniesta y Torres.

Se abrió el campo con Navas, un extremo indispensable para acabar con las dudas y las defensas cerradas, y se despejó el centro del campo, donde reinó Iniesta, dueño de todas las ideas y del fútbol que generó España de ahí al final. Xabi ganó en jerarquía, Cazorla colaboró en la creación, Silva no se cansó de ofrecerse y fue una alternativa constante. Pero por encima de todos ellos emergió la figura de Iniesta, un gigante futbolístico, un maestro que generó fútbol, metió una velocidad más al juego y amargó a China como ningún otro futbolista fue capaz de hacerlo.

El portero Zheng Cheng vivió sus momentos de gloria, Albiol e Iniesta acariciaron el gol con dos remates al larguero y ahí se quedaron las mejores ocasiones de España hasta que a cinco minutos del cierre surgió Iniesta para decidir el partido. Recuperó el balón y se inventó un eslalon para regalar un gol a Silva y otra victoria a España.