El modelo está a salvo

Lo mejor del partido es que la victoria llegará a oídos de nuestros rivales y nuestra fama seguirá intacta. Si algún adversario (un valiente tendrá que ser) estudia el vídeo del encuentro no podrá extraer conclusión alguna; ayer todavía nos faltaban nueve jugadores, los del Barça y el Athletic. No faltará quien interprete este desastre organizativo como un ingenioso método para confundir a los adversarios. Dos partidos en dos ciudades suizas diferentes, contra enemigos de escasísimo pedigrí y con nueve internacionales que no estarán en la Eurocopa. Hemos esparcido tantas pistas falsas que ni para nosotros queda una enseñanza verdadera. Sólo un consuelo: los descartes se van contentos y la Federación se marcha rica. No digan amistosos de preparación, digan Villar Trophy.

 Aunque el partido fue poco más que un ejercicio de intereses y protocolo, durante algunos minutos se vislumbró una isla con flores y agua potable habitada por simpáticos indígenas. Fue el descubrimiento de un nuevo tiqui-taca, el que practicaron en la primera parte Beñat, Cazorla, Mata y Silva. Entre ellos surgió un entendimiento espontáneo que fundió los chips de los coreanos, preparados para cualquier cosa que no fuera el talento. El espectáculo no duró mucho, apenas un cuarto de hora, pero demuestra la pervivencia del estilo con independencia de los jugadores.

En ese breve intervalo de poéticas triangulaciones marcó Fernando Torres, 28 tantos en 92 partidos con la Selección. Si bien el pase de Beñat le facilitó las cosas, el remate de cabeza no estuvo exento de mérito: buen desmarque y balón peinado (con mechas) en dirección a una escuadra.

Torres se iluminó y Beñat emergió como incomprendido nacional en sustitución de Soldado. De pronto su exclusión parece un drama irreparable. Y no será para tanto. En su puesto juegan algunos de los futbolistas más geniales de España, esos que agotan sus vacaciones post-Copa. Beñat se marcha feliz y con el boleto premiado: ha demostrado que es un relevo competente y su cotización se ha multiplicado por diez.

Torres siguió insistiendo en busca del gol, pero todavía no está curado. Más que recordar sus buenos tiempos le falta olvidar los malos. A él sí le sirven estos partidos sin cafeína.

Corea empató con un chutazo a bote pronto de Do-Heon, que se debió quedar muy a gusto. Poco le duró. Habían pasado seis minutos de la reanudación cuando un defensa coreano bloqueó con los brazos un tiro de Monreal. El homenaje a Rafa Pascual se saldó con penalti y gol de Xabi Alonso.

Sorpresa. El tercer tanto lo marcó Cazorla con una picardía: aprovechó el salto de la barrera para marcar por abajo. Así lo hizo Beñat en el derbi sevillano y así anotó el propio Cazorla contra el Granada. No es raro que ambos compartieran tras el gol risas y travesuras.

Domínguez, Adrián, Soldado y Negredo entraron al campo para reivindicar el amor fraterno. También Casillas. En ese ambiente de sincero compañerismo marcó Negredo, asistido por Soldado. Sin rencores. No cabe mejor final ahora que empieza todo.