El cansancio condena al Valladolid a jugar el playoff

La fantástica temporada realizada por el Valladolid de Djukic tendrá un epílogo en el playoff, salvo milagro, que todavía puede acabar bien, es decir, con el ascenso a Primera. El Depor y (casi) el Celta estarán la temporada que viene en la Liga de los mejores porque fallaron menos. El Valladolid también lo puede lograr, pero deberá seguir peleando. Para eso deberá descansar y recuperarse de este maratoniano calendario de las últimas semanas que ha llevado al equipo blanquivioleta a llegar agotado a los últimos 20 minutos del encuentro de ayer. Porque si alguien se perdió la última media hora y se fue pensando que el Valladolid ya había ganado el partido se equivocó de lleno. No contaba con el cansancio de unos y con la fe de otros. Y eso que para los intereses blanquivioletas el partido se puso de dulce. Tras una primera parte con intercambio de ocasiones y con los de Djukic sintiéndose incómodos por la presión local, Nauzet culminó una fantástica jugada entre él mismo, Balenziaga y Guerra, antes del descanso. El canario quería ser el hombre del partido y estuvo cerca de anotar el segundo de falta directa nada más volver del vestuario, pero el larguero escupió su disparo. El exblanquivioleta Borja pudo empatar, hasta en dos ocasiones, justo antes de que Nauzet culminara una asistencia de Guerra. El partido parecía sentenciado, pero no. El Alcorcón tiene ese espíritu indomable que le hace no rendirse. Los alfareros perseguían el sueño de certificar el playoff y no se dieron por vencidos.

Bajón físico. En términos ciclísticos se puede decir que a los de Djukic les atacó el hombre del mazo en los últimos 20 minutos: entonces las piernas pesan más, los pases no salen y todas las disputas se las llevaban los peleones jugadores del Alcorcón. El partido entró en una guerra de guerrillas, los de Anquela convirtieron el área del Valladolid en un pinball, del que la defensa blanquivioleta no era capaz de sacar el balón. Montañes acortó las distancias cuando faltaban 20 minutos y el cansancio blanquivioleta se hacía más evidente. El conjunto alfarero buscó la portería de Jaime con convicción, en busca del empate. No acertaron ni Sales, ni Montañés, ni Saul hasta que éste último marcó desde la frontal. Jofre tuvo, al final, dos ocasiones, pero no acertó. El Alcorcón se queda a un punto del playoff y el Valladolid, a la espera de un milagro.