Match-ball para el playoff

Llegó la hora de que el Hércules que dirige Mandiá y que en su día diseñaron Sergio Fernández y Perfecto Palacio recoja el fruto de casi un año entero de duro trabajo. Una victoria ante el Xerez le daría la oportunidad de luchar por volver a Primera. Mucho antes de lo que se pensaba. Lograr el playoff no garantiza nada más que el sufrimiento extremo de una o dos eliminatorias sin red. Pero asegurarlo matemáticamente a falta de una jornada para el final y con solvencia le puede dar a este equipo el poso y la autoestima necesarios para mirar de igual a igual al Celta o Valladolid y a los otros dos que se metan a última hora.

Porque de eso se trata la jornada de hoy. De aprovechar el primer match-ball para asegurar el objetivo y dejar que Alcorcón, Córdoba y Almería se jueguen los otros dos puestos en la última fecha. Tres puntos para guardar la calculadora, para preparar la primera eliminatoria con tiempo y para dar descanso a algunos jugadores que han acumulado muchos kilómetros estas semanas.

Mucho en juego. La afición de toda la temporada lo sabe y acudirá casi al completo. La duda estriba en saber si el resto se enganchará ya hoy o esperará a los cruces a vida o muerte para acercarse al Rico Pérez. Quien estime o haya estimado alguna vez los colores blanquiazules seguramente escogerá la primera opción porque el precio de las entradas es muy asequible.

Mandiá ha inculcado a sus hombres el carácter de final al duelo de hoy. Repetirá el once que goleó al Alcoyano. Juan Carlos seguirá en la puerta ante las molestias de Falcón y los mediocentros serán Diego Rivas y Escassi. Urko Vera, en racha, repetirá arriba ante la sempiterna ausencia de David Aganzo.

Rival.

Enfrente estará el Xerez que ha encontrado un motivo para pelear el partido: evitar el puesto 19 por si acaso alguien pierde la categoría en los despachos y la carambola acaba salvando al Villarreal B y condenando al que acabe en esa posición. Su estilete, José Mari, está tocado pero parece que estará en el once.