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AMISTOSO | Irlanda 1 - Bosnia 0

Irlanda se despide de su afición con una victoria

La selección irlandesa de fútbol, rival de España en la Eurocopa, se despidió hoy de su afición derrotando en Dublín a Bosnia en su penúltimo partido de preparación para la Eurocopa.

Irlanda se despide de su afición con una victoria

Aunque el equipo que dirige el italiano Giovanni Trapattoni solo superó en el marcador a sus rivales bien entrada la segunda parte, le superó con creces durante ese acto gracias a una estelar actuación de su extremo el Aidan McGeady.

El jugador del CSKA de Moscú revolucionó el encuentro tras su entrada en la reanudación y una asistencia suya permitió al delantero Shane Long en el minuto 77 mandar el balón a las mallas.

Pudo haber muchos más goles si a los atacantes verdes no les hubiese fallado la puntería, solo eso, porque Bosnia apenas opuso resistencia durante el último tramo del partido, sobre todo por alto, totalmente desarbolada.

Irlanda ya disputó una prometedora primera mitad ante un rival que salió al césped del Aviva con una formación de clara vocación atacante y que puso a prueba al principio a una defensa local nerviosa por los cambios introducidos hoy por su técnico.

El seleccionador pudo a última hora alinear al central Richard Dunne, indispensable en la zaga, pero se vio obligado a dejar en el banquillo por precaución a John O'Shea y Seán St. Ledger, quienes serán fijos en el once que debutará en la Eurocopa el 10 de junio frente a Croacia.

A los locales les llevó casi 15 minutos asentarse en el campo. La renovada defensa tenía problemas para sacar el balón y se veía desbordada por las constantes subidas de los laterales bosnios, lo que unido a la permanente amenaza del delantero del Manchester City, Edin Dzeko mantenía a Irlanda encerrada en su mitad.

También tardaron en mezclar en la medular Glenn Whelan y Darren Gibson, sustituto hoy del habitual Keith Andrews, quien entró en la segunda mitad para relevar al primero y seguir dando minutos al medio del Everton, muy peligroso en los disparos de larga distancia.

Así, el primer aviso bosnio llegó a los 4 minutos de juego tras una jugada entre líneas que permitió a Vedad Ibisevic colarse entre Dunne y Darren O'Dea, pero su tiro fue rechazado por la defensa "verde".

La réplica irlandesa la dio 12 minutos después Whelan, quien rompió por el centro la defensa bosnia hasta plantarse delante del meta Asmir Begovic, que lo derribó. El árbitro no concedió un penalti que pareció claro.

A partir de ese momento, los locales comenzaron a combinar y buscar con paciencia las triangulaciones entre el extremo Damien Duff con la delantera, formada hoy por el capitán y máximo artillero irlandés Robbie Keane y Kevin Doyle.

Paciencia era lo que pedía desde la banda Trapattoni, tratando seguramente de replicar las condiciones que le gustaría que se diesen en su debut en la Eurocopa, cuando lo más importante es no comenzar con una derrota.

Duff demostró la eficacia de la estrategia del italiano cuando mandó un balón rozando el poste de Begovic tras una jugada trenzada de nuevo entre el lateral Paul McShane y Doyle.

Entre las buenas noticias generadas por el juego del equipo verde durante la primera mitad, la mejor fue la actuación del joven y prometedor James McClean, aclamado por la grada en el primer partido en el que salió de titular.

No defraudó el jugador del Sunderland, muy activo en el puesto de extremo izquierdo que hoy "robó" a McGeady. Desbordó y asistió y casi marcó al filo del descanso cuando un malicioso tiro escorado lo desvió a córner el meta bosnio.

Con la ruleta de cambios en la reanudación, "Trap" modificó el dibujo del combinado al sustituir a Keane y Doyle por Shane Long y Jonathan Walters, dos delanteros totalmente diferentes, jugadores de gran envergadura y más físicos.

Ningún relevo, no obstante, resultó tan determinante como el de McGeady por Duff, pues nada más pisar el césped estrelló el balón contra un poste madera con una volea, tras recibir una dejada en el área chica de un compañero.

Era el primer aviso de los problemas que tendría de ahí en adelante Bosnia para contener al pequeño extremo del CSKA de Moscú, nombrado hoy mejor hombre del partido, y evitar los remates aéreos de Long y Walters, imperiales por alto.

Aunque Trapattoni ya ha advertido de que su once base está bien definido, hoy comprobó que tiene otras variantes para amenazar a sus rivales en la Eurocopa.

Lo volverá a probar seguro contra Hungría el próximo 4 de junio en Budapest en su último partido de preparación, pero, de momento, la despedida de Irlanda de sus aficionados ha dejado un buen sabor de boca.