El Pucela no se rinde

El Valladolid volvió a marcarse un nuevo monólogo de balón y de oportunidades, muchas de ellas falladas, por cierto. Hasta 12 ocasiones claras tuvieron los de Djukic, pero su idilio con el gol parece no pasar por su mejor momento. El equipo vallisoletano necesita muchas ocasiones para marcar. Demasiadas. Al menos las crea y eso ya es importante.

Lo cierto es que el Valladolid encerró desde el primer minuto al Sabadell buscando el gol. Así Guerra tuvo la primera ocasión, pero el balón se estrelló en Mackay, portero gallego del conjunto catalán. También lo intentaron Bueno, Peña y Óscar, que también se encontró con una gran intervención del cancerbero visitante. El recuerdo de la falta de puntería de la que viene haciendo gala el conjunto local en los últimos partidos se esfumó, sin embargo, en la jugada que parecía menos peligrosa: Víctor Pérez se coló por el carril del 10 y puso un centro pasado al que llegó el lateral Peña, que con su cabezazo sorprendió a Mackay.

Los vallisoletanos, en la segunda parte, volvieron a acosar a los catalanes, pero no lograban sentenciar y Piera tuvo dos ocasiones para empatar. Bueno disparó al palo, Guerra por encima del larguero y Manucho no acertó ante Mackay hasta que Nauzet marcó desde la frontal del área con una impresionante vaselina.

El detalle

Rubio tuvo que retirarse en la segunda parte con molestias y, a falta de hacerse las pruebas, podría tener una rotura de fibras que le impediría jugar más este año.