"La primera que tocó Falcao acabó dentro"

¿Qué siente al ver a Falcao triunfando?

Es una bendición verle en un equipo grande, levantando copas y goleando. A Falcao, cuando se marchó a River con 14 años le dije: "Vas a ser el mejor jugador del mundo". Y él me contestó con un simple, "gracias, Profe".

¿Cómo era de pequeño?

Hacía cosas diferentes. Sobre el campo, él te vacunaba y te mataba. Llegaba al área y era gol, gol, ¡gol! Cuando Falcao llegó a Fair Play, yo entrenaba al primer equipo y él estaba en el de su edad, el infantil. Pero también jugaba en la categoría pre-juvenil (de 16 años) y la juvenil (de 18) y goleaba en los tres equipos a la vez.

¿Cómo le vino la idea de hacerle debutar como profesional a los 13 años?

Cuando llegó a la selección de Bogotá y golea. Hay un torneo aquí que se llama Tutti-Frutti y él fue el máximo goleador. Cuando le hice debutar, a mí me criticaron muchísimo. Los periodistas me decían, "Profe, ¿cómo va usted a meter a un niño? ¡Esto es serio! Nos estamos jugando el ascenso". Yo les contesté que el fútbol no es de edades, tamaños o razas... Que el fútbol es de condiciones y que el muchacho las tenía.

¿Cómo fue el día del debut?

Jugamos contra el Deportivo Pereira. Entró y, cuando tocó el primer balón, le pegaron una patada... Se lo llevaron con todo. La defensa rival quiso hacerse respetar con el feo gesto. Pero de esa acción sacamos una falta y el equipo marcó un gol. El primer balón que tocó Falcao como profesional acabó dentro y fue gol... Jugó 17 minutos. Siguió afianzándose: en el siguiente le metí 35', en el de después un tiempo completo y al cuarto partido Falcao ya era titular. Y no sólo es el más joven en debutar como profesional de la historia de Colombia, también es el más joven en marcar. Su primer tanto fue contra Cóndor, ante Neco Martínez, ¡el ahora portero de la selección absoluta!

¿Cómo estuvo Falcao en su primer partido?

Íbamos perdiendo y necesitaba meter a un delantero. Lo metí sin miedo ni presión. Y entró con personalidad. El uniforme le quedaba anchísimo, pero tocó mucho la pelota. En el campo había jugadores de mucha experiencia que le doblaban en edad. Por cierto, hay una cosa que me preocupa...

¿A qué se refiere?

Falcao marcaba muchísimos goles de falta. ¿Por qué no le dejan sus entrenadores lanzarlas? No lo entiendo. La pega muy bien, la pega con curva. Silvano Espindola, su mentor, en Argentina Juniors lanzaba las faltas desde la derecha. Silvano le hizo ser un gran tirador.

¿Cuál ha sido la clave para que Falcao triunfe?

Falcao tumba la teoría de que el jugador no nace y de que se hace. Todo en él era innato. Uno le podía hacer trabajar cositas, pero ya está. La fuerza, la potencia, la cabeza, la inteligencia que él tiene... Cuando Falcao irrumpió, me preguntaron por qué hacía tantos goles de cabeza. Y es porque siempre se anticipa. No salta por encima del defensa, sino que no tiene piedad por el que se queda quieto esperando al balón. Por eso le apodaron el Tigre.

¿Hay cosas del pequeño Falcao que siguen intactas en el actual delantero?

Él entraba para divertirse. Nunca le sacaban tarjeta y ya sabía que la iban a pegar por su nivel de fútbol y categoría. Ahora es igual. Tenía una cabeza fría para definir con la izquierda, con la derecha, de regate.... Eran impresionantes sus cambios de ritmo.

Y eso que su padre fue defensa...

¡Gracias a Dios que no siguió su camino! (Risas). Radamel García era de los que más patadas pegaban en el césped. Falcao no es un delantero normal. Él es como los Messis y los Cristianos: a los que hay que decir "usted vaya al área rival y ya".