LIGA ADELANTE | BARCELONA B 1 - VALLADOLID 2
El Valladolid remonta y se aferra a sus sueños
Dos goles en los últimos diez minutos permitieron a los pucelanos remontar al Barcelona B (1-2) y no dejar escapar al Celta de Vigo, su rival por el segundo puesto.
Cuando todo apuntaba a que el Valladolid iba a acumular un nuevo tropiezo, letal en sus aspiraciones de ascenso, dos goles en los últimos diez minutos permitieron a los pucelanos remontar al Barcelona B (1-2) y no dejar escapar al Celta de Vigo, su rival por el segundo puesto. El Valladolid se aferró a los sueños en un partido extraño, desajustado por un horario intempestivo para un miércoles. Los de Miroslav Djukic se vieron contra las cuerdas por el gol de Carmona en la reanudación, que casi les acabó costando demasiado caro.
Todo el ritmo que faltó en el primer tiempo se alcanzó en el segundo, trepidante, lanzado, luchado hasta la extenuación y los últimos suspiros que engrandecen este deporte. Pese a merecer algo más, los vallisoletanos se dirigían al precipicio sin saber cómo. Si bien el Barça B había arrancado amenazante por los despistes del rival, no fue más que un espejismo. A los dos minutos, el azulgrana Rodri cruzó un disparo a medio suspiro del poste y todos se acordaron de repente del anterior partido, cuando el filial tumbó muchas de las aspiraciones del Almería.
Pero en cuanto Rubio se activó y Sisi y Jofre empezaron a repartir caramelos, al Barça B le entró la tiritera. Con Muniesa como pivote defensivo y una pareja de centrales poco habitual, los de Eusebio Sacristán daban excesivas facilidades a su rival. Javi Guerra perdonaba por partida doble en el primer cuarto de hora. Aún así, el filial supo volver a nivelar la partida. En el último minuto del primer tiempo, a Deulofeu le faltó poco para culminar un sensacional contragolpe. Y tras el descanso, cuando el Valladolid despertaba en ataque, Rodri dejó un balón a Carmona que, desde la frontal, batió a Jaime con un disparo de trazado preciso y ajustado.
Asustado por la posibilidad de otro tropiezo consecutivo, letal a estas alturas de curso, los visitantes se lanzaron a la yugular, de nuevo con Guerra como verdugo de hacha desafilada. El árbitro le anulaba un tanto por fuera de juego, poco después de que Balliu sacara un remate en la misma línea de gol. Pero en esta liga el pescado aún está por vender y el Valladolid se lanzó a la subasta encarnizada, encerrando al filial culé, que aún así casi pudo sentenciar en un ataque mal comprendido por Rodri.
A falta de diez minutos, Óscar lograba el empate y, cinco minutos más tarde, Bueno, que había entrado en el segundo tiempo, puso la guinda a un fin de partido vibrante y tenso, que acabó con Dos Santos expulsado por roja directa y el Valladolid dispuesto a no ceder en la pelea por una segunda plaza que es pura Primera.