LIGA ADELANTE | HÉRCULES 1 - NUMANCIA 3
El Numancia golea a un Hércules que fue impotente
El Numancia pasó en Alicante por encima de un Hércules desdibujado que, con la derrota, perdió una oportunidad de acercarse un poco más a la consolidación de la promoción de ascenso.
El Numancia, con un ejercicio de buen juego y de contundencia ofensiva (1-3), pasó en Alicante por encima de un Hércules desdibujado que, con la derrota, perdió una oportunidad de acercarse un poco más a la consolidación de la promoción de ascenso. El Hércules ha visto rota una racha de seis jornadas consecutivas sin perder frente a un Numancia que, pese a no jugarse nada en el encuentro, saltó al terreno de juego del estadio Rico Pérez con la intención de dominar el choque y buscar la portería defendida por Falcón.
Durante toda la primera mitad, los pupilos de Pablo Machín dominaron con buen juego el centro del campo, con Sunny y Julio Álvarez como futbolistas más destacados. Además, las buenas sensaciones que dejaba el conjunto soriano se adornaron con disparos de Nano, Julio Álvarez y Bonilla que estuvieron cerca del gol. Al Hércules le costó entrar en el partido. Se mostró impreciso en numerosas acciones, le costaba recuperar el balón y no tenía las ideas demasiado claras a la hora de atacar la meta soriana.
El jugador más peligroso de los alicantinos fue el brasileño Gilvan Gomes, cuya velocidad fue lo único que puso en jaque en alguna ocasión a la defensa visitante. Dos acciones del extremo no encontraron rematador y en la más clara, tras plantarse solo ante Eduardo (m.24), cruzó en exceso el balón ante el meta visitante. El resto de acciones de peligro de los locales llegó a balón parado, con un par de remates de Abel Aguilar que también estuvieron cerca de inaugurar el marcador del choque.
Pero el que estrenó el tanteador fue el Numancia nada más iniciarse la segunda mitad. Un despeje de la defensa soriana se convirtió en una espléndida asistencia de gol para Díaz de Cerio, que esquivó el fuera de juego y se plantó solo frente a Falcón. Con el marcador a favor, el Numancia buscó más el contragolpe y cedió el dominio del esférico a un Hércules carente de ideas, en el que Aganzo, Tote y Sanchón entraron para intentar variar el rumbo respecto a la primera mitad.
Los de Mandiá tenían el balón, pero sin ningún peligro; mientras que la velocidad de los atacantes visitantes ya avisaba de un peligro que Bedoya acabó transformando en goles. Primero con un tiro desde la frontal del área y, después, al aprovechar la ineficacia local a la hora de sacar el balón. Del tercer gol hasta el final del partido lo único reseñable fue el penalti que el colegiado pitó por un derribo a Gilvan, a dos minutos del final. Míchel lo anotó y puso el definitivo 1-3 en el marcador.