Liga Adelante | Girona
Cambio radical: el Girona pasa de cazador a presa
El Consejo reflexiona pero no halla una salida
Siete jornadas -cuatro victorias, dos empates y una derrota- le han bastado a Javi Salamero para sacar al Girona del descenso. Es cierto que el descalabro del Villarreal le ha facilitado el trabajo, pero la plantilla gerundense también se lo ha ganado a pulso. Restan 15 puntos por disputarse y son cuatro los que tiene de colchón respecto al Alcoyano, equipo que marca la zona de descenso. "Fue increíble. La situación ha dado un vuelco increíble. Ahora dependemos de nosotros mismos", explicó Joaquim Boadas. El presidente del Girona no esconde la alegría que supone verse fuera del descenso, pero también es consciente de que están recogiendo el fruto del esfuerzo que está haciendo el grupo. El Girona ha recortado 12 puntos en tres semanas a los equipos que estaban fuera de las plazas que conducen a Segunda B.
"No hay que creerse nada. El trabajo y la ilusión es lo que nos ha llevado hasta aquí y ahora no nos podemos relajar". Este es el mensaje que transmitió ayer la plantilla del Girona tras la sesión matutina. ¿Cómo vivieron la última jornada de Primera? Jose fue el encargado de contestar: "Pasamos una noche movidita, todos estábamos atentos de la tele y de los resultados. Todo acabó bien. Algún salto y grito sí que hubo. No teníamos muchas esperanzas puestas en que el Villarreal bajara porque el empate les valía. Aunque ya le digo que si tenía que bajar alguno, mejor el Villarreal para bien del club. Pero no podemos gritar mucho de alegría porque aún queda Liga".
Ahora son el equipo a desbancar. Esta circunstancia no pasa desapercibida para un Jose que tiene claro que "somos el objetivo de todos los equipos de abajo porque esto también ha dado esperanzas a Cartagena y Nàstic. Habrá que aprender a jugar con eso. Por eso, el objetivo sigue siendo pasar al Guadalajara". El próximo rival del Girona vuelve a ser un rival directo, el Nàstic. Una victoria en Tarragona les dejaría a un sólo paso de la salvación y con ese objetivo trabaja el conjunto gerundense.
Por último, Dani Mallo fue el encargado de rebajar la euforia en la que está inmersa la plantilla y avisó de que "no hay que cambiar el discurso. Es una situación grata, pero quiero estar salvado al final de temporada. Si nos relajamos estaríamos cometiendo un error gravísimo. Se agradece dejar la calculadora, pero no te puedes fiar de nada ni de nadie".