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INTERNACIONAL

El 'siete' volverá a vestir de blanco en el Madrid de Catar

Después de un tiempo de paréntesis en blanquiazul, Raúl volverá a vestir de blanco en su nuevo club. El Saad es el equipo más grande de Catar. Lo dirige el uruguayo Jorge Fossati.

Raúl González volverá a vestir de blanco en uno de los grandes de Asia, el Al Sadd que dirige el entrenador uruguayo Jorge Fossati y es orgullo del pequeño emirato del golfo Pérsico.

Raúl llegó hace dos días a Doha para su presentación hoy en Al Sadd, punta de lanza del fútbol de Catar, un minúsculo país que, con el empujón de los petrodólares y los ingresos del gas, acogerá el Mundial de Fútbol de 2022. El estandarte del fútbol catarí fue fundado el 21 de octubre de 1969 por un grupo de estudiantes amantes del fútbol que decidieron crear el equipo.

Vencedor de la Liga nacional en doce ocasiones y de la Copa del Emir en trece, el club ganó la Liga de Campeones de Asia en 1989 y en 2011, e hizo historia con su tercera posición en el Mundial de Clubes de Japón del año pasado, hazaña que ningún equipo del golfo Pérsico había conseguido antes. El Barça truncó las aspiraciones del Al Sadd de llegar a la final de esa competición y medirse al Santos.

Esa histórica tercera plaza no podrá ser reeditada este año con Raúl, después de que Al Sadd perdiera anoche ante Al Garafa en la final de la Copa del Emir, clasificatoria para la Liga de Campeones de Asia. El siete siguió ese encuentro desde el palco del estadio internacional Al Jalifa, que acogió la final de la Liga de Campeones de Asia del año pasado.

Al frente del Al Sadd está Fossati, de 59 años, un veterano en el banquillo que fue seleccionador de Uruguay entre 2004 y 2005, y que ha dirigido a equipos como el brasileño Internacional de Porto Alegre y el argentino Colón de Santa Fe. En Doha, Raúl se une a un vestuario que cuenta también con el ariete senegalés Mamadou Niang (exjugador del Olympique de Marsella), el delantero marfileño Kader Keita (ex del Lyon y del Galatasaray) y el defensa argelino Nadir Belhadj, que jugó en el pasado en el Portsmouth y el Lens. La mano uruguaya de Fossati es apreciable en el espíritu guerrero del conjunto y en su disciplina táctica, que encajan en principio con las cualidades del delantero español.

Al Sadd tiene muy claras sus armas para continuar cosechando éxitos, como el que le llevó en 1989 a convertirse en el primer club árabe que se llevó la Liga de Campeones asiática: mucho orden, once gladiadores sobre el terreno, firmeza defensiva y confianza total en una delantera de calidad contrastada. Con la suma de Raúl, los cataríes confían en elevar su fútbol a otro nivel y en disparar aún más la popularidad del deporte rey en el golfo Pérsico y el mundo árabe.