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Europa League | Athletic

La afición respalda a un Athletic muy tocado

3.000 hinchas arroparon a los leones a su llegada a Lezama.

El Athletic pasó ayer un día de perros y no me refiero a los canes que andan sueltos por Bucarest. El equipo se llevó una tremenda decepción por la derrota ante el Atlético, que le llevó a quedarse sin su anhelado primer título europeo. El revés resultó tan inesperado para él como para la afición, que enmudeció por momentos en las gradas del National Arena. Los seguidores que viajaron en el chárter de vuelta junto a los subcampeones de Europa reaccionaron ayer con palabras de ánimo a sus ídolos al embarcar y una cerrada ovación que, al menos, sirvió de apoyo. Aunque, como dijo su técnico tras el encuentro, no es momento de consuelos, sino de reflexión.

La cara de los leones era todo un poema: pocas ganas de hablar y muchas de llegar a Loiu, cosa que hicieron sobre las seis y media de la tarde, donde los bomberos ondeaban sus banderas rojiblancas y las empleadas del aeropuerto estrujaban a Amorebieta, Muniain y Llorente. De allí fueron a Lezama, donde recibieron otro espaldarazo de una afición que tampoco tenía ayer ni apetito y sí necesidad de olvidar y ponerse las pilas para la dificilísima final que espera el día 25 ante el necesitado Barcelona.

Los motivos. Nada menos que 3.000 fieles se juntaron en la factoría rojiblanca. Hicieron pasillo al autobús al cántico de Athletic beti zurekin y los jugadores les correspondieron individualmente con aplausos desde dentro del párking. La hinchada jaleó uno a uno a los jugadores en el momento que abandonaban Lezama en sus coches.Fue una jornada para reflexionar sobre las causas de tan dura y concluyente derrota. Hay quien apunta a que el equipo no ha llegado a la cita en su mejor tono físico, algo que uno no cree aunque es evidente que los mejores fueron gente más fresca, como Ibai y Muniain, que tuvo descanso ante Madrid y Getafe por molestias.

Otros miran a la inmadurez para jugar este tipo de encuentros, aunque curiosamente gente cuajada como Iraola, Amorebieta, Javi Martínez y Llorente no ofrecieron su mejor versión. También cabe que Simeone ganase la partida a Bielsa y que afectase el peso anímico que suponía para los leones afrontar una cita como equivocados favoritos.

La seriedad es habitual en su rostro, pero El Loco llegó a la terminal cabizbajo y así embarcó en el avión. Uno de los futbolistas más afectados es Iker Muniain. El navarro acabó roto el encuentro, llorando desconsoladamente. Se había hecho a la idea de ganar su primer trofeo en el Athletic y ayer todavía seguía conmocionado, cabizbajo y con la lágrima suelta a la hora de acceder al avión de vuelta a Bilbao.