Liga BBVA | Mallorca 1 - Levante 0
Pina complica al Levante y aviva el sueño bermellón
Los granotas no dependen de sí mismos para ir a Europa
El Mallorca de Caparrós se ha ganado el derecho a soñar y lo hará hasta la última jornada. Una pena que se la tenga que jugar en un escenario poco propicio: el Bernabéu. Al menos, con el triunfo de ayer, dependerá de sí mismo, una condición que el Levante se ha dejado en sus dos últimas salidas. Los granotas, después de estar casi todo el campeonato en puestos europeos, ven cómo en el último suspiro se pueden quedar a las puertas.
El partido lo decidió un gol de Pina al principio de la segunda mitad, en un error garrafal de la zaga. Castro sacó hacia atrás un córner y, aún pegándole mal, el balón terminó en la red. Lo contrario que le pasó a la cabeza de Barkero más tarde. Ambos tuvieron opciones en la primera mitad. El Levante en los pies de Botelho que erró sin portero cuando un defensa desvió su lanzamiento. La más clara para los azulgrana la tuvo Valdo cuando intentó culminar una típica contra con una vaselina que se marchó alto. Y para los isleños fue Alfaro el que pudo desequilibrar la balanza de no ser por un pie salvador de Munúa, que se perderá la última jornada por la amarilla que vio por protestar.
Más problemas para Juan Ignacio que se jugará el todo o nada sin su portero y quién sabe sin su goleador. Problema o problemón viendo la aportación de Ghezzal, a años luz de la peor versión de Koné jugando a la pata coja. Botelho le acompaña en penurias y el resto ha parecido contagiarse en los dos últimos partidos, justo los más importantes. Dos fallos, dos goles, que podrían terminar siendo lapidarios, aunque en Orriols confían en que el fútbol sea justo y acabe premiando su gran temporada.
Fiesta. Exactamente lo mismo piensa ahora un Mallorca lanzado, sin techo, que quiere nadar más allá de la orilla. Los inventos de Caparrós sí que funcionan, que se lo digan a Nsue que desde el lateral a recuperado su mejor versión. Hemed le quitó razón y llevó mucho peligro cuando salió tras el descanso. Pero lo que no puede discutir nadie es la gran labor del técnico dejando a los bermellones a un último empujón de algo impensable hace sólo unos meses.
El detalle. Tissone no llegó a entrar
Caparrós preparaba el segundo cambio y Tissone se disponía a entrar en el terreno de juego. Justo en ese momento cayó lesionado Emilio Nsue por lo que el técnico decidió anular el cambio que tenía preparado para dar entrada a Pau Cendrós en el lateral derecho.