Manteo a Pep Guardiola: "No me perderéis nunca"

"Hasta pronto, que a mí no me vais a perder nunca". Con ese mensaje que suena a final abierto se despidió Guardiola de la afición del Barcelona después de ser manteado por la plantilla en el centro del campo. Emocionado, y después de ver las imágenes de un vídeo que fue proyectado por el club en los videomarcadores, Guardiola dio un discurso de despedida: "Volví hace cinco años (el primero dirigió al filial) y me sentí un privilegiado por regresar a mi casa. Yo no soy un referente, soy un privlegiado por tanta felicidad como me habéis dado todos estos años. Vosotros y estos chicos que han sido mis jugadores". Guardiola, al que la plantilla hizo el pasillo antes de que se metiese en el vestuario, pidió apoyo a la afición para jugadores y Tito Vilanova y dejó ese críptico final: "Hasta pronto"

Porque lo que menos le importaba al barcelonismo, más allá de la pelea de Messi por la Bota de Oro, era el resultado. Todos los ojos estaban puestos en Guardiola, que dirige ante el Espanyol su último partido en feudo blaugrana. El club, en muestra de agradecimiento, colocó una pancarta en la fachada principal del Camp Nou en la que se leía #graciespep y que ha sido uno de los hashtag de moda estos días en Barcelona.

Presidía la pancarta, simbólicamente, la estatua que se levantó en homenaje a Ladislao Kubala. Luego, el estadio se llenó de muestras escritas de cariño hacia el técnico blaugrana. En la grada se desplegó un lienzo enorme en el que se leía 'T'estimem, Pep' (Te queremos Pep). El técnico procuró no estar en el centro de la escena pese a ser el indudable protagonista del derbi.

Por último, Guardiola saltó al césped del Camp Nou con los focos apagados y el campo vacío. En un paseo, que ya dio cuando terminó su etapa como jugador, Guardiola estuvo acompañado de su mujer, Cristina, sus tres hijos, Marius, Valentina y María, y sus padres, Dolors y Valentí.