Bilbao no olvida la Copa

La final de Copa estará muy presente en el duelo de mañana en San Mamés. La hinchada rojiblanca tiene clavada en el corazón la negativa del club que preside Florentino Pérez a prestar el Bernabéu para el partido que decidirá el campeón de Copa y le pasará factura por ello.

Los aficionados del Athletic se sienten ninguneados por los directivos del club blanco, a los que reprochan su fijación con el Barcelona para impedir que la final se termine jugando en el coliseo blanco. Creen tener la certeza de que si los azulgrana se hubiesen quedado fuera de la lucha por el título, el Real Madrid no habría tenido inconveniente en ceder el estadio. Así que ven las obras previstas en los baños del Bernabéu como una excusa para impedir, en el peor de los casos, que el Barça festejase un trofeo en territorio madridista.

La decisión es trascendente porque llevar la final al Vicente Calderón ha reducido notablemente las posibilidades de entradas que tendrán las respectivas aficiones. El Athletic ha repartido 17.000 entre sus 35.479 socios cuando de haberse jugado en el Bernabéu el cupo podría haberse doblado.

Los aficionados del Athletic ya han mostrado su parecer por la decisión del Real Madrid incluso en estadios de la Europa League. Fue curioso escuchar sus gritos contra Florentino en Old Trafford, cuando todavía quedaba más de cuarenta minutos para comenzar el encuentro. El ambiente, por tanto, está recalentado y aunque Florentino Pérez haya anunciado que no viajará a Bilbao, el presidente del Real Madrid estará presente en los cánticos de los fondos.

Tremendo. La pasada semana, cuando todavía se desconocía si Florentino Pérez viajaría hasta San Mamés, preguntaron a Josu Urrutia cómo le gustaría que recibiesen al máximo dirigente del Real Madrid: "La Catedral tiene 114 años de historia y ella sabrá cómo tiene que recibirle".

En algunos ámbitos se quiso ver como una incitación, pero el presidente del Athletic insistió en que sus palabras estaban muy lejos de ello y que no era quién para ofrecer a nadie lecciones de comportamiento. El picante de la Copa es un añadido a la batalla deportiva, que ya de por sí siempre es apasionante. El vestuario rojiblanco se crece en partidos de estas características y ganar al Madrid, aplazando con ello su alirón hasta el próximo fin de semana, sería poner un lazo a una temporada tremenda antes de disputar las finales de Europa League y Copa.

Los rojiblancos se sienten con fuerzas y echarán el resto para ofrecer a su gente una victoria que además serviría de impulso definitivo en su carrera por conseguir un doblete del que nunca antes ha disfrutado. El ambientazo es de primer nivel y ayer hubo un millar de aficionados apoyando a los leones en el entrenamiento de Lezama. La lucha se presenta trepidante.