El Hércules se dispara

Decía Nicki Bille esta semana que en el derbi iban a haber "más disparos que en la II Guerra Mundial". Lo que no pensaba el delantero danés es que todos esos disparos iban a ser contra la portería de Juan Carlos. Y así se lo recordó Aganzo en la celebración del 0-2. El triunfo herculano fue rotundo y humillante para los franjiverdes. Incluso dio la sensación de que el Hércules ni siquiera tuvo que poner la última marcha. Un leve acelerón en los últimos 20 minutos del derbi le valió para cosechar el triunfo más abultado de la historia en Elche y afianzarse en la zona de playoff.

El Elche, en cambio, sigue siendo víctima de su desfondamiento en los minutos de la verdad. Resulta complicado que alguien crea en este equipo de cara al playoff cuando en los últimos cuartos de los partidos se descose una y otra vez. Hasta el gol de Aguilar mantuvo la igualdad en el cuerpo a cuerpo. Incluso se pudo adelantar si a Ángel no se le va largo un control para encarar a Falcón. Pero la sensación de que el Hércules podía matar el derbi cuando se lo propusiera siempre estuvo latente.

Tanteo.

El derbi comenzó sin chispa, con dos equipos contemplativos y sin mordiente. Sin rastro de esos comienzos fogosos, made in Bordalás, en los que los franjiverdes siempre enseñaban los dientes. De hecho, Juan Carlos y Falcón llegaron a la segunda parte sin ser testados. Dos tuvo el Elche antes del arreón final herculano. La reseñada de Ángel y otra de Xumetra en la que Peña se adelantó en el despeje antes de que el catalán empujara a la red. Corría el minuto 60 de partido. A partir de ahí, coincidiendo con las entradas de Calvo y Aganzo, recital herculano.

El 0-1 llegó otra vez con polémica. Con Generelo en el suelo, el Hércules siguió la jugada, Calvo centró y Aguilar llegó hasta el área para conectar el 0-1. El gol descompuso al Elche y la sentencia era cuestión de tiempo. Aganzo remachó con suspense un buen pase de Gilvan para hacer el segundo. Calvo redondeó la cuenta con un derechazo desde muy lejos.