Real Madrid-Bayern | Resaca de la semifinal
Kaká suspendió ante el Bayern su examen final
Sólo cosechó pitos y reafirma su cartel de transferible
Kaká entró al campo en el minuto 74 por Di María. Mourinho vio en él la solución para desbordar a la defensa del Bayern. El recurso fue un fracaso. El brasileño acusó fragilidad física, estuvo muy lento para este nivel de fútbol y mostró una nula capacidad para burlar el control germano, abanderado por un inmenso Kroos. Para culminar el suspenso, lanzó un penalti con una inseguridad impropia de un jugador de 67 millones de euros. La grada le castigó con silbidos.
En el club se vuelve a considerar a Kaká transferible, aunque Mourinho dice que cree en el brasileño. El problema es que no hay club en el mundo que pague los 50 millones en los que está tasado y asuma los 9 millones netos anuales (como Cristiano) que tiene firmados hasta 2015. Milán, PSG e Inter llamaron a la puerta en 2011, pero renunciaron.
Irregular.
Kaká sólo ha conseguido hilar una buena racha desde que llegó en 2009. Fue entre noviembre y enero de 2012, firmando un gran partido ante el Villarreal. Luego, una tendinitis le volvió a convertir en suplente. Las lesiones le han mortificado: pubalgia, 263 días de baja en 2010 por dos operaciones de rodilla izquierda... El brasileño no ha dado lo que se esperaba de él.