INGLATERRA
El Chelsea quiere mudarse de Stamford Bridge
Un día después de eliminar de la Champions al Barcelona, el director ejecutivo de los 'blues' subrayó que es imprescindible hallar "vías de ingresos para continuar progresando".
El director ejecutivo del Chelsea, Ron Gourlay, afirmó hoy que el Chelsea no podrá mantenerse en la elite del fútbol europeo si no cambia Stamford Bridge por un estadio más moderno y de mayor capacidad.
El envejecido estadio londinense de Chelsea, uno de los barrios más cotizados de la capital británica, tiene un aforo cercano a los 40.000 espectadores, mucho menor al de los campos del resto de clubes europeos de primera línea.
Esa falta de capacidad supone una merma significativa en los ingresos que genera el club con la venta de entradas, algo que, según Gourlay, haría insostenible que el conjunto propiedad del petrolero ruso Roman Abramóvich se clasificara para muchas más finales de la Liga de Campeones.
Un día después de firmar el pase al último encuentro de la Champions al empatar a dos con el Barcelona en el Nou Camp, el director ejecutivo de los "blues" subrayó que es imprescindible hallar "vías de ingresos que permitan invertir en el equipo y continuar progresando".
El proyecto de la directiva de abandonar el vetusto coliseo londinense viene de lejos, pero siempre se han encontrado con el mismo obstáculo: los aficionados del club, que son los propietarios del estadio y que se niegan a vender.
En 1997, la sociedad sin ánimo de lucro "Chelsea Pitch Owners" ("Propietarios del campo del Chelsea"), formada por seguidores locales, aprovechó un momento de dificultades económicas del club para comprar tanto Stamford Bridge como los derechos del nombre "Chelsea Football Club".
Su intención era evitar que una directiva necesitada de efectivo en la caja decidiera vender un estadio que consideran patrimonio de todos los aficionados al club.
Así las cosas, la junta de Abramóvich necesitaría el apoyo del 75 por ciento de esa sociedad para vender, algo que ya trató de conseguir, sin éxito, en 2011, cuando solo el 61,5 de los "Propietarios del campo del Chelsea" se mostraron a favor de vender unos terrenos con un elevado precio en el mercado.
La propuesta de los aficionados es reformar el actual Stamford Bridge para ampliar su capacidad, una opción que la actual directiva rechaza por ser demasiado cara y requerir más tiempo que la construcción de un nuevo estadio.