Arda ilumina el Manzanares

Es Arda Turan un futbolista diferente. En el juego por la falsa sensación de lentitud, la finura transformada en garra insensata cuando toca defender, su tendencia a bordear la genialidad sin acabar de invadirla. Y en la imagen por el pelo alborotado, la sonrisa pícara, la pinta de despistado, ese look sesentero más de compañero de correrías de George Best que de cualquier contemporáneo metrosexual. Como todo jugador de este perfil, genera lógicas sospechas entre los pragmáticos y adhesiones irracionales entre los románticos. El Manzanares, que suele decantarse por lo segundo, ya le apreciaba, pero ayer hermanó a ambos bandos con dos golazos cuando el Espanyol no flaqueaba. Así, el Atleti duerme en Europa (mientras el Athletic quede por delante, el séptimo entra) y mantiene el sueño de la Champions.

Tremenda recompensa para el Atlético en un partido con más trampas que el desenlace de Perdidos. Escondido entre los encuentros de semifinales de la Europa League y ante un rival, el Espanyol, que le tiene tomada la medida. Además, los de Pochettino afrontan el final de temporada con la tranquilidad y confianza del que logra que una supermodelo le sonría y le invite a una copa: ya has ganado; todo lo que venga después es un extra. Así se multiplican las opciones de triunfar y los golpes duelen menos.

Por eso el madrugador gol de Godín (buen cabezazo picado en un córner lanzado por Diego) a los nueve minutos, apenas lastimó al Espanyol. En mediocampo, Romaric y Baena podían con Tiago, que no ha vuelto a ser el mismo tras la lesión, y Gabi, lastrado por una amarilla. Para todo lo demás, Sergio García. El empate llegó a los 19', Juanfran se despistó en un saque de banda y Sergio García (estupendo) aprovechó para tirarle un caño a Domínguez y regalarle el gol a Dídac.

El 1-1 reabrió el partido. El Atleti creaba algo de peligro cuando el balón llegaba a sus atacantes, sobre todo a Salvio, decidido a solucionar su falta de precisión a base de insistencia. Pero la inercia favorecía a los pericos: una falta de Romaric al poste, un par de titubeos de Courtois (que aparenta su edad por primera vez) y el habitual desconcierto defensivo rojiblanco en cada balón parado. Sergio García, de cabeza, dio el último susto antes de que el descanso lo cambiase todo.

Mejoría.

Simeone dio entrada a Mario Suárez y éste devolvió el control a los suyos. El canterano lleva un mes notable desde que recuperó la salud y la confianza (propia y ajena). Al fin con el balón en propiedad (preferiblemente de Diego y Arda), el Atleti avisó con otro cabezazo de Godín: al larguero. Y entonces se iluminó el turco. En el 59', gran jugada de Juanfran y su centro lo remata Arda con una preciosa mediachilena. Fiesta. En el 61', Arda tumba con un sólo recorte a Raúl Rodríguez y Moreno y su zurdazo entra llorando tras pegar en el palo y juguetear con el efecto. Festival.

Como ante el Valencia, el Atleti demostró que está recuperando el físico y acabó fuerte, sin recular y buscando más. El poste evitó que Salvio coronase su estupendo partido y Falcao no encontró el premio a su innegociable pelea. El Espanyol, con Uche negado y Coutinho irregular, se dedicó a morir con estilo (que no es poco). Puestos a elegir, que te mate Arda. Tiene más clase.