El Sporting sigue vivo ante un Rayo que vio dos rojas

El Sporting pasó apuros con demasiado nerviosismo para ganar a un Rayo que tuvo detalles de buen equipo, pero le faltó aprovechar mejor las debilidades del rival en un partido tenso, marcado por la necesidad del conjunto de Clemente, que aún no arroja la toalla, pese a la distancia que tiene con la permanencia.

Clemente diseñó el partido con unos marcajes específicos a Diego Costa y Michu, para frenar el potencial visitante y buscaba el contraataque con la rapidez de De las Cuevas y Adrián Colunga. La zaga del Rayo empezó con titubeos, sobre todo por la zona de Raúl Bravo, a quien el árbitro le perdonó un penalti a los dos minutos, por unas manos innecesarias.

El equipo gijonés se tranquilizó con el gol de Sangoy, en el tercer intento de remate y con falta de consistencia de la zaga vallecana. El tanto no cambió el guión, pues el Rayo buscaba el juego aéreo de los incordiones Diego Costa y Michu, cuya presencia provocaba desequilibrio en la defensa gijonesa. El brasileño pudo marcar a portería vacía, pero le faltó puntería.

En el segundo tiempo madrugó el gol de Labaka, en una indecisión de la débil defensa gijonesa, en un saque de falta de Trashorras, quien despachó un espléndido partido, con mucha comodidad en la parcela central, en la que el desequilibrio dejaba a Lora con dos rivales.

Decisivo. El Rayo mantuvo el tono de tranquilidad, a la espera de algún desliz de la zaga local, para dar la estocada. Sin embargo, fue clave la entrada de Bilic. El croata ganó a Labaka en un pase de Sangoy. Esa jugada provocó la expulsión del defensa y en el perfecto lanzamiento de la falta marcó el gol del triunfo.

El partido enloqueció al adelantar sus líneas el Rayo y provocar contraataques de los rojiblancos, con la zaga visitante descompensada, al acusar la inferioridad numérica. Mendy creaba complicaciones con su rapidez, aunque fue Ayoze el que protagonizó otra jugada polémica, que acabó con la segunda tarjeta de Casado. Con dos jugadores menos pudo empatar el Rayo, pero Juan Pablo detuvo el disparo de un solitario Delibasic. El Rayo pierde a Casado y Labaka para recibir el domingo al Barcelona.