Un clásico del siglo XXI

Una eliminatoria entre el Barcelona y el Chelsea es un duelo que se ha ganado el derecho de ser considerado un clásico del siglo XXI. Ambos equipos viven desde hace siete años una rivalidad de la que no había noticia a lo largo de sus centenarias historias. El enorme poder económico que inyectó a los ingleses Roman Abramovich y la eclosión del poder de La Masia, han llevado a ambos equipos a discutirse la supremacía europea de manera regular durante estos últimos tiempos, con el permiso del Manchester United. 

Sobre el terreno de juego las cosas han estado mucho más igualadas de lo que demuestra el botín de trofeos conseguidos por uno y otro. Pues si bien es cierto que el Barcelona ha ganado en ese período tres Champions  y los ingleses aún es hora que conquisten la primera, el Chelsea no ha sido nunca un rival dócil para el Barça, ahí están las estadísticas de los enfrentamientos directos para comprobarlo.

Esta noche quizás sea el enfrentamiento que presente más diferencias entre ambos contendientes de los últimos tiempos y en el que a priori sea más sencillo señalar un favorito, el Barça en este caso. Pero en el cuadro blaugrana nadie se fía. El Chelsea nunca lo puso fácil y hoy no será la excepción. Los clásicos tienen estas cosas. El Chelsea explotará sus armas. La primera de ellas es que se sabe inferior y eso ya es un punto de partida. Su juego será intenso, duro en defensa, conservador y dejará sus únicas opciones en ataque a la potencia de Drogba, la visión de Mata, la inspiración habitual de Torres ante los catalanes (7 goles en 10 partidos) y su notoria superioridad en las jugadas de estrategia.

Por su parte, el Barça, que tiene la ventaja de contar con el partido de vuelta en casa, sólo tiene una manera de jugar. La de asociar a los peloteros, estar atento a las jugadas de estrategia, no dejarse avasallar por el ambiente y aprovechar la suerte de tener al mejor jugador del mundo en sus filas. Otro, que en los clásicos, se supera.

Igualdad numérica entre ambos

La igualdad reina en los cruces entre Barcelona y Chelsea (cuatro eliminatorias y un doble enfrentamiento en la fase de grupos de la Champions). En lo referente a eliminatorias, el Barça fue más solvente que los blues, ya que les han eliminado en tres de las cuatro ocasiones en las que se midieron. La última vez que se enfrentaron, el Barcelona logró el pase a la final de Roma, con el gol de Iniesta en el tiempo de descuento en un partido con un protagonista: el árbitro noruego Ovrebo.