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Liga BBVA | Athletic

Muere el joven herido tras el encuentro Athletic-Schalke

Íñigo Cabacas Liceranzu ingresó en coma el jueves.

<b>MARÍA DÍAZ DE HARO. </b>Banderas y velas donde cayó herido.

Iñigo Cabacas Liceranzu (28 años) falleció ayer en el Hospital de Basurto, en el que ingresó el pasado jueves en estado de coma tras los incidentes que siguieron al Athletic- Schalke. El joven sufrió una "fractura craneal por estallido con importantes lesiones cerebrales".

Los servicios médicos del centro explicaron que "tras serle retirada la sedación, ha presentado datos sugestivos de muerte cerebral". Testigos presenciales, su familia y amigos aseguran que Cabacas fue abatido por una pelota de goma lanzada por antidisturbios de la Ertzaintza a escasos veinte metros de distancia. El Departamento de Interior del Gobierno vasco continúa sin ofrecer una versión oficial al respecto mientras que Rodolfo Ares, consejero de Interior, ha solicitado ir al Parlamento para informar de la investigación que está llevando a cabo.

Un millar de personas se concentró en su recuerdo durante la tarde de ayer en la calle María Díaz de Haro, el lugar en el que estuvo consciente por última vez. Allí se vivieron escenas de emoción y cuando un grupo de los reunidos empezó a gritar 'Herriak es du barkatuko' (El pueblo no perdonará) los amigos y allegados de Íñigo exigieron que "no haya ni un solo grito más". Nada más conocerse la noticia del fallecimiento se produjo una cascada de reacciones. Llorente, Ibai Gómez y Koikili, futbolistas del Athletic, expresaron su pesar a través de twitter. A su vez, grupos políticos con representación en el Parlamento Vasco exigieron responsabilidades a la Consejería de Interior. Ares, responsable del Departamento, reiteró su "profundo pesar por el fallecimiento" y agregó que "la investigación llegará al fondo, pero requiere su tiempo porque todas las hipótesis están abiertas".

La versión ofrecida por Interior el pasado viernes reflejaba que la Ertzaintza recibió la noche del jueves "varias llamadas" en las que se comunicaba que había una persona herida, "semiinconsciente y sangrando de la cabeza", en la calle María Díaz de Haro. Cuando varias dotaciones acudieron al lugar, un "grupo" lanzó diversos objetos, como botellas y piedras, por lo que los agentes utilizaron material antidisturbios.