Liga BBVA | Mallorca 0 - Granada 0
Un punto y tan amigos
Mallorca y Granada rozan la salvación en un mal día.
Sonríen Mallorca y Granada al verse hoy un poco más cerca de la salvación tras asegurarse ambos un punto de gran valor. Puede que no gustasen las formas de lograrlo, porque se vio un fútbol pésimo sin apenas ocasiones y poca calidad, pero a estas alturas de Liga todo lo que sea llenar el zurrón es para dar las gracias. Y si no que le pregunten, por ejemplo, a Zaragoza, Sporting o Racing. Será también que los demás están dejando la permanencia en bandeja, pero lo cierto es que tanto Mallorca como Granada festejaron la siesta durante el partido con un hasta luego entre abrazos. Un reencuentro, otro año más, en Primera.
Habrá algún entendido del fútbol que todavía saque buenas conclusiones de este partido, que las habrá seguro, pero todo se resume en que el Mallorca deja al antepenúltimo a nueve puntos y el Granada, a siete. No es para tirar cohetes porque hay duelos directos, pero parece buena renta, sobre todo para los bermellones. Los de Abel todavía tienen un cierto temor a liarla el día menos pensado o en su viaje este fin de semana a Zaragoza. Allí podrán sentenciar a los maños o meterse de nuevo en el peligro. Y a lo mejor echan en falta no haber metido, tan siquiera, la cuarta marcha en el Iberostar.
Porque el Granada apretó sólo al final cuando se vio con un punto en su mochila. Y el Mallorca, sin Nunes, que no superó sus molestias físicas, bastante tuvo con llevar el peso del partido. Caparrós prefiere las contras como armas arrojadizas a los rivales, pero ayer Castro no estuvo muy afortunado y Hemed no olió una pelota. Sólo Pereira, con alguna que otra arrancada eléctrica, metió miedo a la defensa rojiblanca, muy segura en todo momento. Un buen día de trabajo para Julio César, que metió una buena mano ante Víctor en el último suspiro del partido.
Sin chispa. Abel le dio de nuevo la titularidad a Ighalo y el nigeriano volvió a alejarse mucho de aquel héroe del Granada de los ascensos. Ighalo lo da todo, pero con eso no vale para ganar. Uche, que mejoró una vez que ocupó el puesto de nueve, se inventó una jugada ya al final del partido que acabó con un paradón de Aouate tras un remate sin querer con el pecho de Jara. Fue la única acción de peligro del Granada, donde Siqueira quiso inventar pero los rivales nunca le dejaron. El brasileño está en su mejor momento y parece que pronto estará en un grande, de España o del extranjero.
Y se fue el partido con polémica, por una extraña acción de Borja Gómez que en el Mallorca se reclamó como mano. Delgado Ferreiro, que también se echó la siesta ante tan soporífero partido, pitó el final sin pensarlo. Y hubo reparto de puntos con sabor a plata. El oro, bañado de salvación, llegará más pronto que tarde para ambos.