Europa, a dos Velas

Al Espanyol le ha perjudicado claramente que su partido de Liga se adelantara al sábado. Hoy hubiera sido diferente, Domingo de Resurrección y así. Sin embargo, pesó demasiado que fuera el Sábado Santo, de pasión y penitencia. Sólo así se entendería lo que sucedió en Cornellà-El Prat, que pasó por todas las fases posibles de un Via Crucis excepto ese alegrón final que merecieron los pericos. En buena medida, el culpable de esa Resurrección a medias tras igualar un 0-2 en contra fue Muñiz Fernández. El árbitro se tragó claramente un penalti de Bravo sobre Sergio García, en el 66' y ya con el 2-2 en el marcador, que sí vio su juez de línea: habría supuesto la expulsión del meta -que acabaría viendo la roja igualmente, pero ya camino de los vestuarios- y muy probablemente, el gol de la victoria españolista. Y, a estas alturas, esos dos puntos menos de ayer contra la Real Sociedad se echarán de menos. Lamentablemente, todo apunta a que no habrá que esperar demasiado: Europa queda ahora mismo a sólo un punto (Osasuna, próximo rival, perdió de goleada), pero hoy se disputa el grueso de la jornada. Convendrá, pues, poner dos Velas a las musas continentales.

Hablábamos de penitencia, y así es como comenzó el partido el Espanyol. Desenchufado, blando, lento, como si la Real Sociedad actuara de local. Y cediendo tanto espacio, a Vela apenas le bastaron 15 minutos para anotar dos goles. El primero, un zurdazo con rosca desde la frontal del área, después de trazar una diagonal, en el que Casilla pudo hacer algo más. Y en el segundo, tras un pase al espacio de Griezmann en el que Héctor Moreno salió mal al corte, demasiada ventaja para un delantero que con un sombrerazo sobre el guardameta materializó su noveno tanto en esta temporada.

Brillaba el 23 de la Real Sociedad, mientras se esperaba a su homónimo del Espanyol, Coutinho, quien apareció en algunos tramos para meter una marcha más al equipo, como cuando un cabezazo suyo en el 25' inició la tímida reacción perica. Como Verdú y Sergio. Dos artistas, dos posibles víctimas de penaltis. Al comentado sobre el del Bon Pastor cabe añadir otro acaso no tan claro que el mediapunta reclamó en el 17', cuando le derribaron en el área. Tampoco Muñiz acertó a verlo.

Se acercaba el descanso y al Espanyol le habían condenado dos errores aislados, mientras la Real se aferraba a su buena colocación sobre el campo y se encomendaba a algún contraataque para tratar de sentenciar. Sin embargo, en medio de esa solidez defensiva y alguna de las providenciales intervenciones que acabaría haciendo Bravo, los txuri-urdin se fabricaron el 1-2. Tras una falta botada por Verdú y un centro de Weiss, un mal rechace de Ansotegi impactó en Demidov y entró en la portería. Era un gol doblemente psicológico: por el momento en que llegaba (el 45') y por la inseguridad que podría crear en la zaga realista. Una auténtica flagelación de Semana Santa.

Cambio de sistema.

A todo esto, y debido a la empanada inicial, Pochettino había decidido dar entrada a Weiss en el 38' por Baena, estirando líneas y situando un 4-1-4-1 sobre el terreno de juego. El eslovaco respondería, en la reanudación, estableciendo el 2-2 al aprovechar un rechace a la salida de un córner. De nuevo a balón parado. No en vano, Raúl Rodríguez acabó teniendo dos opciones más de marcar, de cabeza, tras sendos saques de esquina.

Con el empate, el Espanyol volvió a su 4-2-3-1 habitual, ya que Javi López entró por Uche. Y la Real seguía a lo suyo, aguerrida atrás y veloz a la contra, donde Xabi Prieto y Agirretxe cerca estuvieron de convertir el tercero. Como Dídac en los instantes finales. Vela prendió una mecha que apagó a balón parado un Espanyol al que de todos modos le faltó chispa; sobre todo esa intensidad y constancia para rematar la faena cuando había logrado lo más difícil, igualar el 0-2. La Real da un pasito más hacia la salvación y hoy veremos si los pericos uno atrás hacia Europa. Como los pasos de Semana Santa, vaya.

El detalle: Víctor sánchez debutó de perico

La de ayer era su segunda convocatoria, tras haberse estrenado hace una semana en el viaje a Vila-Real una vez superada su lesión. Y Víctor Sánchez al fin pudo debutar como jugador del Espanyol, actuando además de inicio, en el lateral derecha. Fueron sus primeros minutos, correctos, después de que su fichaje se concretara a finales de enero.