Liga BBVA | Getafe 2 - Sporting 0
El Getafe mira a Europa y el Sporting agoniza
Los goles de Miku en la primera mitad y Diego Castro en la segunda mantienen a los madrileños cerca de la zona noble de la tabla. El Sporting sigue colista y su descenso parece inevitable.
Tan sólo un milagro podría evitar el descenso del Sporting. Esa es la idea que se puede extraer tras la derrota sufrida por los de Clemente en el Coliseum Alfonso Pérez ante el Getafe por dos goles a cero. Los asturianos siguen como colistas a siete puntos de la salvación, que podrían ser diez al final de la jornada, cuando tan sólo restan veintiuno por disputarse. Los locales, que siguen mirando de cerca los puestos europeos, se impusieron a su rival con la ley del mínimo esfuerzo y con dos goles que llegaron en acciones aisladas en un partido en el que no existió dominador claro en ningún momento. El venezolano Miku abrió el marcador a los veinte minutos y Diego Castro sentenció tras el descanso con una volea que sorprendió a Juan Pablo.
Getafe y Sporting saltaron al terreno de juego con el respeto al rival propio de la importancia de los puntos para ambos equipos, los locales para seguir soñando con los puestos europeos y los visitantes para no hundirse de forma definitiva en la clasificación. Los de Clemente comenzaron con una línea de presión muy adelantada para ahogar la salida del balón del conjunto madrileño, a los que el esférico les duraba un suspiro en sus pies. Al cuarto de hora de partido, el juego ya se había instalado en la medular y las ocasiones de gol brillaban por su ausencia. Un par de disparos lejanos de cada equipo, sin excesivo peligro, fue el único bagaje ofensivo de azulones y rojiblancos en el tramo inicial.
El ritmo cansino que se había apoderado del encuentro se encargó de borrarlo el Getafe de un plumazo justo cuando se llegaba al ecuador de la primera mitad. Una falta desde banda derecha colgada al área por Gavilán sirvió al venezolano Miku para abrir el marcador con un gran cabezazo tras ganar con solvencia la posición a un despistado Canella. El buen trabajo de contención llevado a cabo por el Sporting hasta entonces se fue por el sumidero en una acción aislada que complicaba, aún más, la empresa a los asturianos. Ante ellos, un Getafe que con lo justo y sin ninguna brillantez logró encarrilar el partido.
El Sporting acusó el golpe recibido, pero logró recuperarse tras unos minutos de titubeos en los que estuvo a merced de un rival que no supo aprovechar su pájara. En la recta final del primer tiempo el partido perdió en cuanto a continuidad por las numerosas faltas de los de Luis García y en intensidad debido a las imprecisiones de ambos equipos, que mostraron síntomas prematuros de cansancio. Una acción individual de Valera, que Juan Pablo mandó a saque de esquina con apuros, puso punto y final a una primera parte con poca historia. Madrileños y asturianos enfilaron el túnel de vestuarios conscientes de que todo estaba por decidir en el segundo acto.
Tan sólo dos minutos de la segunda mitad necesitó el Getafe para aumentar su ventaja en el marcador. Gavilán volvió a asistir, esta vez desde la banda izquierda, Canella volvió a fallar y Diego Castro la clavó en las redes de Juan Pablo con una gran volea desde dentro del área. Antes, en el intermedio, Clemente retiró a Ayoze del campo para dar entrada a Barral y poner toda la pólvora disponible en acción con el objetivo de dar la vuelta a la tortilla. El Sporting no desistió y siguió intentándolo por activa y por pasiva. A falta de media hora para el final, Barral disparó al palo izquierdo de Moyá ante la oposición de Cata Díaz en la que fue la mejor ocasión asturiana en el encuentro. El delantero gaditano reclamó penalti.
A medida que avanzaron los minutos, los nervios y la precipitación se apoderaron del juego visitante. Los de Clemente fuera perdiendo gas ante la imposibilidad de finalizar sus jugadas de ataque. Los dos goles de ventaja fueron administrados a la perfección por un Getafe que sigue con aspiraciones europeas tras esta victoria. El Sporting, que pagó su excesiva falta de pegada, continuará una semana más como colista y su permanencia parece ya una empresa más que imposible.