Bilbao ya sueña con la gran final de Bucarest

Objetivo cumplido. El Athletic alcanzó la segunda semifinal europea de su historia tras hacer buena la ventaja cosechada en su visita a Gelsenkirchen hace siete días. Los de Bielsa empataron a dos goles en San Mamés ante el Schalke y siguen su andadura continental. El Sporting de Portugal, que dejó en la cuneta al Metalist de Ucrania, será su último escollo hasta la gran final de Bucarest del próximo 9 de mayo, en la que se vería las caras con el Atlético de Madrid o con el Valencia, que disputarán la otra semifinal. Los leones lograron la clasificación de forma merecida en el global de la eliminatoria, a pesar de que el conjunto alemán presentó batalla desde el primer minuto hasta el último. Huntelaar abrió el marcador a la media hora e Ibai empató antes del descanso. Ya en la segunda mitad, Raúl volvió a adelantar a los suyos y Susaeta puso el empate definitivo.

La necesidad imperiosa por parte del Schalke de marcar el primer gol del partido lo antes posible hizo que el conjunto alemán comenzara haciéndose con el mando del choque en los primeros minutos. La asfixiante presión ejercida por los hombres de Huub Stevens encerró al Athletic en su campo, justo hasta el momento en el que los leones lograron enlazar su primera jugada dando el primer susto a su rival con un inocente cabezazo de Muniain que detuvo Unnerstall cuando ya se cantaba el primero en San Mamés. Acto seguido, el equipo visitante demostró que su visita a Bilbao no era para hacer turismo. Un duro disparo de Huntelaar obligó a Iraizoz a emplearse a fondo para mantener su portería a cero.

Con el paso de los minutos, el ímpetu inicial del Schalke se redujo de forma considerable, dando oxígeno a los de Bielsa. Con el encuentro más nivelado en cuanto al dominio, el Athletic logró darle la vuelta a la tortilla de forma definitiva y hacerse con la posesión del balón y del tempo del partido difuminando las obsesiones ofensivas de su rival. A pesar de que los de Gelsenkirchen no cambiaron de guión y continuaron intentándolo en ataque, los jugadores vizcaínos ya habían entrado por completo en el partido formando una barrera insalvable para Raúl y sus compañeros. Con el partido y la eliminatoria encarrilada, justo a la media hora de juego, un error atrás de Ander Herrera sirvió para que Huntelaar adelantara a los suyos con un gran disparo desde la frontal del área.

Justo después del golpe propinado por el conjunto alemán, el Athletic sumó un nuevo contratiempo con la lesión de Ander Herrera, que tuvo que dejar su sitio en el campo a Ibai con una hora de juego aún por delante. El gol recibido dejó tocado a los rojiblancos, que deambularon durante algunos minutos sobre el césped antes de volver a volcarse sobre la meta de Unnerstall con dos acercamientos, sin excesivo peligro, protagonizados por Muniain y Llorente. A falta de tres minutos para el descanso, apareció Ibai en el pico del área para subir el empate al marcador con un auténtico golazo desde el pico del área que le sirvió para poner en pie a San Mamés y también para estrenar su casillero anotador con el Athletic.

Tras el descanso, el Schalke continuó con su idea de no darse por vencido, protagonizando dos ocasiones en los tres primeros minutos, ambas de Obasi. A los siete minutos de la reanudación volvió a hacer acto de presencia, una vez más, el eterno Raúl González para volver a adelantar a su equipo con un gran zurdazo desde la frontal que se coló sin oposición por la escuadra izquierda de Iraizoz. La alegría de la afición visitante duró tan sólo tres minutos, los que tardó Susaeta en volver a nivelar el marcador tras un asistencia de Muniain. Con el empate instaurado de nuevo en el electrónico el Athletic supo manejar a la perfección el partido para sellar, con el pitido final, el pase a su segunda semifinal europea y permitir que Bilbao siga soñando con hacer algo grande esta temporada.