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Segunda B | Grupo IV

La crisis ahoga al Ceuta, un histórico de la Segunda B

El club ya tomó la medida de desplazarse a San Juan de Aznalfarache (Sevilla) para ahorrar gastos. Ahora, este municipio le reclama que pague una deuda de 6.000 euros o no podrá volver a entrenar allí.

La crisis económica que afecta a toda la península ha saltado también al norte de África para ahogar a uno de los clubes más ricos de la Segunda División B como la Asociación Deportiva Ceuta, que carece ahora de liquidez económica para hacer frente a los gastos de funcionamiento propios del club.

La entidad ceutí, que se había caracterizado desde su fundación en 1996 por ser uno de los clubes más poderosos económicamente de la categoría de la Segunda B -donde milita de forma ininterrumpida desde la temporada 1998/1999-, está atravesando la peor crisis financiera de su historia.

El AD Ceuta, que todos los años percibía una importante cantidad económica del Ayuntamiento que superaba el millón de euros, ha visto reducida drásticamente la aportación municipal al pasar de 1,2 millones en el pasado ejercicio a 400.000 euros en la presente temporada. Este recorte, asociado con las medidas de ahorro del Gobierno ceutí que preside Juan Jesús Vivas (PP), tuvo su primera consecuencia en la plantilla, ya que el presidente del club, José Antonio Muñoz, decidió que el equipo entrenara todos los días en San Juan de Aznalfarache (Sevilla) porque más de la mitad de los jugadores eran de Sevilla y Huelva.

Con este "traslado", muy criticado por algunos aficionados, el club se ahorraba 300.000 euros al no tener que soportar el gasto de la estancia de los jugadores en Ceuta. No obstante, supone que la plantilla viaja cada encuentro desde Sevilla para jugar como local en el estadio ceutí Alfonso Murube y se marcha tras el partido en el mismo barco que el club visitante.

Al margen de esta paradoja, el club ha empezado a tener serios problemas de liquidez económica que ya han provocado que no pague los derechos de dos árbitros y que la plantilla acabe de finalizar su cuarto mes sin cobrar. Con cuatro meses de impago, la plantilla ha expresado sus protestas en los últimos partidos: la última ayer, cuando los jugadores saltaron al campo con la pancarta "Basta de mentiras, ¡¡¡Paga ya!!!", en alusión a su crítica situación, y estuvieron además el primer minuto de ese encuentro ante el Cacereño hincados de rodillas sobre el césped.

El club ceutí, además, ha recibido el aviso del Ayuntamiento de San Juan de Aznalfarache de que debe 6.000 euros (a razón de 1.000 euros al mes) y de que si no lo abonan esta misma semana, ya no podrán entrenar allí. Con todo ello, el AD Ceuta ha argumentado en una nota de prensa que los gastos de arbitraje y desplazamiento del equipo corren por cuenta del bolsillo del presidente, José Antonio Muñoz, ante la falta de liquidez actual. El Ayuntamiento ceutí ya ha dejado claro que no aportará ni un euro más de los 400.000 euros comprometidos, mientras que los jugadores han afirmado que incluso han tenido que pedir dinero a sus familiares para sobrellevar la delicada situación.

El entrenador del equipo, el aragonés Sergio Lobera, ha declarado que están "atravesando un momento crítico". "Pero tenemos que aislarnos y no estar pensando continuamente en la desgracia que estamos viviendo", ha precisado. El técnico entiende que, "a pesar de la dificultad", la plantilla debe reaccionar al haber encadenado tres derrotas consecutivas que han dejado al equipo a ocho puntos de los puestos de descenso a Tercera División.

El futuro, actualmente, no pinta nada bien, aunque el club busca soluciones. La crisis ha pasado factura a una de las entidades que siempre se ha distinguido por ser de las más solventes de la Segunda División B.