Liga BBVA | Sporting 1 - Zaragoza 2
Lafita condena al Sporting y da más vida al Zaragoza
Los locales, víctimas de la presión y errores defensivos.
El Zaragoza se llevó el premio en el último minuto, cuando ya se pensaba que los dos equipos iban a firmar la condena virtual. El Sporting fue víctima de su presión, con demasiadas carencias, mientras que el conjunto aragonés fue más práctico.
Clemente y Jiménez adoptaron dos estilos de juego similares, aunque algo más conservador el zaragocista, con jugadores de mayor contención en el centro del campo. El técnico rojiblanco se decantó por la veteranía de Eguren para completar la defensa, mientras que el visitante recuperó a Lafita para la banda derecha.
El partido fue trabado, con mucho juego en el centro del campo. El Zaragoza se posicionó mejor en el campo, sin dar opciones al Sporting en la zona defensiva, donde mostraba su contundencia, a veces excesiva.
Clemente cargaba más el juego por la banda de Adrián Colunga, lo que creaba algunas complicaciones a la zaga aragonesa, aunque la acumulación de efectivos permitía cerrar bien los espacios y dejaba sólo balones colgados, con superioridad para los zagueros visitantes. Pudo marcar Obradovic, el mejor jugador del primer tiempo, con un juego insistente, pero su lanzamiento se le fue desviado, con carambola en Eguren. En el Sporting, la mejor ocasión fue de Colunga, pero Roberto rechazó el lanzamiento y luego André Castro, tan acelerado como todo el equipo, impulsó el balón fuera con la portería vacía.
El conjunto aragonés se mostró muy contundente, rayando la dureza en ocasiones y con pérdidas de tiempo, lo que aprovechaba al tener un árbitro con poca personalidad y al que le perdía la presión ambiental. Este estilo le venía bien al Zaragoza, ya que frenaba el juego de los gijoneses, que casi siempre pasaba por Rivera.
El Sporting mostraba una debilidad defensiva por la zona central. En uno de los despistes llegó el primer gol aragonés, que convirtió Helder Postiga. Tras el descanso, el Sporting salió más incentivado y consiguió el empate en un cabezazo de Eguren. Pero el Zaragoza es de los equipos que apuran los partidos hasta el final. La fe le permitió arreglar el partido en el último minuto. Lafita se escapó de Canella y lanzó un disparo cruzado que sorprendió a Juan Pablo.
Jiménez: "Creo en lo divino y en el trabajo"
"Sí creo en lo divino porque hay que tener fe. Pero creo en el trabajo por encima de todo, porque la suerte llega porque la buscas. Tuvimos posibilidades de matar el partido al contragolpe pero no hemos hecho nada. Estamos metidos en descenso todavía. Son como cuatro puntos por el tema de que es un rival directo. Quiero dar primero la enhorabuena a los jugadores. Han tomado un sello, el de la responsabilidad y la competitividad".
Clemente: "Estamos jugando al límite"
"Dimos todo hasta la extenuación y perdimos cuando todo parecía que nos llevábamos el partido o terminaba empate a uno. En un gol tonto nos pusimos en contra y el segundo fue otro tanto un poco de pensar que estamos encenizados. Estamos jugando al límite, pero de repente en una jugada concreta nos sale el vicio o el virus. El bicho que tenemos ahí y nos meten un gol. Hicimos mérito para llevarnos la victoria en un partido muy duro. El equipo luchó muchísimo".