ATLÉTICO 3 - GETAFE 0
El Atlético se llevó el laurel
Salvio, Diego y Falcao decidieron el derbi madrileño ante un Getafe inerte. El equipo del Cholo se vuelve a posicionar para puestos europeos y ya piensa en su compromiso de Alemania.
Domingo de Ramos, de fútbol mañanero y de 'cholismo' ilustrado. Bien entendido el término y sin malicias. Porque Simeone advirtió ayer en su sermón y el equipo reaccionó hoy: 90 minutos de intenso trabajo. Porque nos contó, en una breve historia, la parábola de Salvio y la confianza. Y porque cedió una vez más su poder a Diego, su mejor discípulo sobre el terreno.
El Atlético rompió la igualdad con el Getafe, se llevó todo el laurel y cimentó su sueño europeo. Lo hizo gracias al gol de parábola de Salvio, a la creencia de Diego en el segundo, a la perseverancia de Falcao en su desempeño y a la apatía de un Getafe que no argumentó hoy la reciente afirmación de su técnico Luis García: "No se está valorando lo suficiente a este equipo". No fue un buen día para reivindicaciones, a pesar de la espiritualidad de la ocasión.
La última vez que jugó a la hora de misa, el Atlético penó en el último segundo y de penalti. Esta vez, el destino no fue tan soez. Rotó Simeone pese a sus reticencias en reconocerlo de palabra. No es algo vergonzoso ni peyorativo, más bien inteligente y productivo. Tampoco implica sacar al filial, si no cambiar algunas piezas. Con el esfuerzo del Hannover sobre el lomo y sabiendo del peregrinaje que aún queda en Alemania, Miranda, Godín y Adrián (hasta el 65') descansaron. La presencia de Domínguez, Perea y Salvio en el once inicial regeneró al equipo y le dio aliento. Aunque fue más influyente la vuelta de Diego como titular. Sólo ver su caminar ya agrada. Hoy se exigió en exceso en la primera parte y lo pagó con cansancio lógico en la segunda. Pero fue el apoyo en el juego ofensivo del Atlético, el guía, el ordenante, el capataz de cofradía. Simeone le liberó en el 65', como a Falcao y a Arda poco después.
Le salió todo al Atlético y nada a un Getafe castigado por las bajas. No reaccionó con el primero, ni con el segundo, tampoco con el tercero. No funcionó el once, ni los cambios. Luis García se quedó sin respuesta en el Calderón ante Simeone y no aprovechó el escaparate para gritar al aire la gran temporada del Getafe: salvado y con expectativas europeas, las mismas que las del Atlético antes del 3-0. Y algo menos reales tras el resultado.
Salvio allanó el camino con su cabezazo en el minuto 24 de partido. El argentino, en estado de gracia divina con 8 goles esta temporada, consiguió una extraña parábola que se coló por la escuadra del ateo Moyá, quien nunca creyó en la maldad con la que viajaba ese balón. Al final, el meta acabó rendido en el césped e intentando desgranar la moraleja: nunca te confíes.
Así fue pasando la mañana, con el Atlético instigando y el Getafe dormitando aún. Sólo Diego Castro, Miku y Sarabia lo intentaron pero sin demasiada convicción. En la segunda parte, se multiplicó el efecto. Falcao se unió a la celebración de domingo y probó en dos ocasiones antes de lograr un gol que fue correctamente anulado por fuera de juego. El momento del colombiano llegó poco después. Primero con la asistencia a Diego, quien remató en dos ocasiones para batir a Moyá ante la inacción de la defensa 'azulona' (hoy de verde fosforito). Y después para hacer el tercero y último tras una buena pared entre Juanfran y Jorge Resurrección 'Koke', que había salido minutos antes. 3-0 y el Atlético intacto: hubo fiesta, hubo descanso, hubo victoria y hubo mucho laurel. El Getafe quedó en penitencia.