Liga BBVA | Racing - Granada
El Racing reza lo que sabe, el Granada no quiere rezar
No ganar hunde a los locales, el empate puede valer a Abel.
"Set ball, match ball, eliminatoria ball...", decía el mítico Juan José Castillo en aquellas heroicas finales de la Davis de los 60. Así se siente el racinguismo ante el partido de esta tarde: sin el más mínimo margen de error. Al resto, sobre hierba y con Rod Laver al servicio. La única ventaja es que el pasto no será ni el Sidney ni el de Brisbane, será el suyo, el de El Sardinero y con las gradas llenas a reventar de cántabros entregados
Once jornadas consecutivas sin ganar, record absoluto en los 99 años de historia de la entidad, han llevado a los locales a la situación límite en la que recibe al Granada. Una victoria, que sería la primera de Álvaro Cervera en un banquillo de Primera, permitiría al Racing seguir soñando con que su buen calendario le podría permitir salir de donde lleva 23 de las 29 jornadas disputadas, los puestos de descenso.
En la misma línea. Tampoco llegan los granadinos eufóricos a Santander. Cinco derrotas en los seis últimos encuentros y un montón de bajas, dos de ellas de futbolistas claves durante toda la temporada: el incansable Nyom y Carlos Martins, probablemente el mejor jugador. Hasta última hora ha intentado el Granada que el Comité de Apelación permitiera a Martins, el hombre que pone la clase y la pausa, jugar. No será así. En El Sardinero estarán todos los cohetes, Dani Benítez, Franco Jara, Ighalo, Uche..., pero les faltará la mecha, Martins.
Si algo envidia Álvaro Cervera a Abel, además de los seis puntos (y, si acaso, el pelo), es la velocidad de su equipo. Desde que ha llegado a Santander se está quejando de la falta de chispa de la plantilla racinguista. Está intentando, con el cambio de entrenamientos, mejorar ese aspecto, pero el problema es que en la mayoría de sus futbolistas la lentitud viene de serie. Esa batalla hoy la tiene perdida. Tendrá que usar el plan B. Presión y estrategia, sobre todo.
Aunque los dos equipos estarán con un ojo puesto en El Molinón, los granadinos parten con la sensación de que el empate puede no ser malo, que el riesgo y la angustia tienen que ser cosa de los locales. En el propio Racing lo reconocen y llevan toda la semana intentando lograr un ambiente en el estadio que le permita ofrecer apoyo moral a sus futbolistas. Entradas desde 5 euros, miles de asientos para escolares, acuerdos con casas comerciales para que regalen a sus clientes más localidades, mensajes de los futbolistas en radio y televisión implorando el apoyo de su gente, llamamiento de la asociación de peñas a 'reventar' El Sardinero...
Los locales, 18 de los últimos 19 años en Primera, cumplen 100 años el 23 de febrero de 2013 y no quieren tener un centenario de Segunda. Si hoy pierden, lo tienen casi garantizado. El Granada si gana, se asegura, casi, la permanencia tras 35 años en el espacio exterior.
Ambientazo. El primer lleno de la temporada
Ni el Madrid ni el Barça lograron esta temporada llenar El Sardinero. El Granada sí lo hará. Bueno, en realidad, lo llenará el propio Racing que con descuentos, pases colectivos y apelaciones al corazón del racinguismo quiere acabar con el cemento. Si pasan esta prueba, quedarían ocho más igual de duras.