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Liga Adelante | Real Murcia - Cartagena

Derbi para sobrevivir

Emilio, al doble pivote; Collantes, referente albinegro.

Actualizado a

Es posible que se hayan jugado derbis mucho más atractivos, puede que haya habido veces en las que o bien Murcia o bien Cartagena hayan jugado por sumar para pelear por ascender (a todas las categorías) pero el derbi que se viene es único: en juego la supervivencia de los unos y de los otros... cierto es que quién más se juega es el cuadro de Carlos Ríos pero al Murcia también le va demasiado en juego como para pensar que firmar las tablas sería un buen resultado. Es el derbi de la supervivencia, el duelo vecinal trampolín, al que se agarran las dos cofradías del fútbol regional para iniciar la Semana Santa con una sonrisa en la boca, el partido sobre el que cimentar sueños de salvación.

También es seguro que desde la noche de los derbis ha habido partidos más previsibles, mucho menos abiertos de lo que se presenta la cita en la que tanto Iñaki Alonso, pero sobre todo, Carlos Ríos se juegan su futuro. Vaticinar qué pueden deparar los 90 minutos de pugilato futbolero entre albinegros y granas es como pretender dar con el número del sorteo de Navidad a primeros de diciembre: una pura temeridad.

El Murcia llegará con fisuras en su doble pivote al que apunta Emilio para escoltar a Iturra. La ausencia en cadena de Richi y luego de Aguilera abren la puerta a pensar así... y también a que Iñaki Alonso pueda inventarse un póker atacante con Albiol y Pedro en las bandas y un ataque con Pedrito de falso punta y 'El Ruso' de referencia.

Ríos despista con Braulio. En el Cartagena las dolencias se localizan en su Sur, en el ataque. Aunque Carlos Ríos buscó el despiste amagando con Braulio (burdo juego de despiste cuando se sabe que el gaditano anda 'handicapado' con problemas musculares) todo apunta a que Collantes será la referencia como falso punta quedando Álvaro Antón como escudero entre líneas. Por lo demás, los dos equipos serán muy previsibles.... y es que no hay más cera que la que arde... aunque lo que arderá será el equipo que a eso de las ocho menos cuarto de la tarde encare los vestuarios como perdedor.

Quién caiga hoy estará mal... y no sólo por las chanzas del oponente sino porque le aguardará un purito infierno en las once jornadas que quedarán de campeonato... después de un derbi sólo apto para corazones fuertes.