A vida o muerte

Aunque matemáticamente no se pierdan todas las opciones, el equipo que no gane esta tarde en El Molinón podrá decir adiós con anticipación a la Liga de los Ases. Esa es la mentalidad con la que tanto el Sporting como el Zaragoza afrontan el reto de esta tarde, en el que un empate tiene aspecto de ser una condena virtual para ambos.

El equipo aragonés llega en su mejor racha, impulsado por la elevación del estado anímico proporcionada por los triunfos de Mestalla y ante el Atlético, aunque haya sido de penalti en el tiempo extra, con un balance de 10 puntos sobre 15, media que le permite pensar en la permanencia. Por su parte el Sporting, tras el batacazo de las derrotas ante el Granada y el Mallorca que lo dejaron tocado, cambió la imagen en San Mamés con un punto que mantiene la ilusión.

En el Sporting, Clemente recupera a Nacho Cases, el jugador que aporta ideas al juego ofensivo y dinamismo a la hora de mover el balón. En el conjunto Zaragoza, la principal novedad es el regreso del argentino Pablo Álvarez al lateral derecho. El partido levantó expectación por las necesidades de ambos conjuntos, que están obligados a buscar la victoria, circunstancia que dará relevancia al juego, en función de cómo transcurra el marcador. A medida que pase el tiempo, uno de los dos equipos o los dos se verán obligados a arriesgar, con el inconveniente de que son las dos defensas más vulnerables de Primera, pese a tener en sus porterías a guardametas de garantías.

Van a ser 90 minutos de tensión, con intensidad y agresividad, que estarán marcados por la agobiante necesidad de los dos colistas.