Benzema: llegar a la mejor versión en tiempo y orden

El personaje: Benzema

Benzema marcó otros dos goles ante la Real y ya acumula 16. Es decir, supera así sus registros de la anterior campaña (15) y, por supuesto, de la primera (8). Pocos fichajes existen en la historia del Madrid que hayan sufrido una progresión parecida a la del francés, que llegó a tocar fondo con aquel episodio en el que Mourinho comparó su instinto cazador al de un gato mientras hacía lo mismo con Higuaín y el de un perro. Mucho han cambiado las cosas desde entonces. Muchísimo. La confianza que el delantero tuvo en sí mismo fue contagiando al técnico y a los aficionados hasta considerarlo ahora el indiscutible delantero del Madrid. Incluso los rumores de traspaso se han trasladado a Higuaín. En todas las carreras de todas las profesiones hay un punto en el que uno ofrece la mejor versión de sí mismo. Benzema, a los 24 años, la alcanza estos días entre goles y alegría. Él lo sabía. Y también quien supo esperarle. Este Karim merecía tiempo.

Apoño: el jugador de las grandes gestas

No puede haber sencillez en la carrera de Apoño, siempre abrupta, llena de sobresaltos, llamativa por sonora e incontrolable. Su carácter también ayuda. El malagueño es de aquellos jugadores que ya no quedan, esos para los que cualquier partido es una final. Sea la categoría que sea. El escenario que sea. Con el equipo que sea. Fruto de ese ímpetu se ganó la hostilidad de Pellegrini en el Málaga cuando no aceptó un cambió en un partido contra el Sevilla. Su camino le llevó entonces al Zaragoza, al que está resucitando a base de goles y un tesón que se daba por perdido en la capital aragonesa. En Valencia, entre semana, hizo dos goles vitales y ayer repitió gesta en el último minuto ante el Atlético. No podía ser nadie más que Apoño. El jugador para el que el fútbol son las proezas.

Esos caprichos que se da el fútbol a veces

El fútbol es caprichoso. Como el destino. Y cuando ambas cosas se mezclan dejan historias tan imprevisibles que resultan propias de un guión de cine. Ayer lo supo Kameni. Después de siete años y medio en el Espanyol, el camerunés decidió dejar hace unos meses el club que le vio asentarse para fichar por el Málaga. En los últimos tiempos se quejaba de falta de minutos y la oferta malaguista era seductora. Lo que no se imaginaba es que el debut se produciría precisamente ante su antigua afición, algo que hizo posible la lesión de Caballero. Kameni regresó entonces a la portería que tantas veces defendió. Esta vez como rival. Ahora como enemigo. Víctima, sin duda, del inesperado destino.

Los elogios a Busquets no son algo gratuito

El Barça tuvo que apretar los dientes al máximo para sacar los puntos de Palma con un jugador menos. Fue fundamental para ello el papel multiplicador de Busquets. Es tal la riqueza táctica del de Sabadell que permite al entrenador jugar con su posición según le convenga. Ante el Mallorca fue mediocentro y central a partes iguales y según requerimientos. Sin fisuras. Sin discusiones. Sólo con un rendimiento sobresaliente. Y es que no es casualidad que Guardiola y Del Bosque hayan coincidido a la hora de valorar su juego y su capacidad de sacrificarse por el colectivo. Los elogios no son gratuitos. Más bien son merecidos. Como lo fueron el sábado en el Iberostar Estadi.

Más músculo aún en Osasuna: Loe

Mendilibar sigue con sus milagros. Resulta complicado sacarle más rendimiento a una plantilla que a la suya de Osasuna. Se apoya para ello en el filial, del que en las últimas semanas ha sacado a un prototipo de mediocentro por el que suspirarían muchos técnicos. Se trata del francés Raoul Loe, puro músculo, pura potencia, pura contención para el esforzado mediocampo rojillo. Ante el Levante volvió a sentirse importante, como años atrás en el Manchego y el Ceuta. Cada vez es más habitual que lleguen jóvenes extranjeros al fútbol más modesto. Sueñan con que alguien cercano se fije en ellos. Osasuna lo hizo. Y como premio disfruta ya de su fuerza.

El efecto Simeone se detiene

Los atléticos vuelven al estado de depresión tras la derrota de su equipo en Zaragoza. Simeone se llevó los elogios por reconducir una situación que vuelve a oscurecerse ahora. El efecto puede ser efervescente. Ese es el miedo en el Calderón.

Senna: cogiendo el ritmo

Senna sigue dando clases en el mediocampo del Villarreal, ya lejos de su mejor tono físico, pero flanqueando bien a Bruno por su derecha. No haber jugado la mitad de la temporada le permite tener una frescura inesperada. Y el Villarreal se aprovecha.

Bielsa y su corta plantilla

El Athletic sigue instalado en la gloria que supuso la clasificación ante el Manchester, pero se ha dejado ir. Ya no sólo Llorente es ejemplo de la fatiga de una temporada larga. También Muniain, que ayer falló un penalti.