Marzo sostiene a un Mallorca que se acerca a la salvación

Hace un mes, el Mallorca era decimoquinto en la clasificación, a cuatro puntos del descenso y con un calendario por delante que no auguraba demasiadas esperanzas. Entre los rivales de ese calendario se encontraban equipos como Valencia, Atlético o el temible Barcelona.Sin embargo, los de Caparrós van a salir del mes de marzo con unos resultados que no son los que sus aficionados, muy a su pesar, se esperaban. Sólo el Barça, en el partido del pasado sábado, acabó con una racha de cuatro partidos sin conocer la derrota tras lograr por fin enlazar dos victorias consecutivas, algo que se le había enquistado esta temporada al equipo balear.

Hasta la llega de Messi y compañía al estadio de Son Moix, el Mallorca había sumado 8 de 12 puntos posibles. Dos empates ante Osasuna y Valencia y dos victorias ante Atlético y Sporting habían situado al equipo mallorquinista con doce puntos por encima del descenso y, aunque ahora esa renta se ha visto reducida por la derrota de la pasada jornada, en el club y en los futbolistas hay tranquilidad, porque se había llegado a la cita contra los de Guardiola con un colchón importante.

Tras el último tropiezo, en el vestuario aparece un nuevo reto, ya que dos victorias podría certificarse la permanencia y las próximas cinco jornadas son vitales: Sevilla, Racing y Athletic fuera de la Isla, y Granada y Zaragoza en Palma.En esos cinco encuentros se han marcado en rojo las visitas de Granada y Zaragoza y la salida a Santander como los tres partidos claves que pueden determinar el futuro del Mallorca instalado una temporada más en Primera.

Ya sólo piensan en el Sevilla

Caparrós prefiere ir partido a partido y no hacer cuentas hipotéticas: "No queremos mirar atrás ni tampoco demasiado hacia adelante. No miramos los puntos que tenemos ni los que nos faltan. Lo único que debemos hacer es prepararnos lo mejor posible para el partido contra el Sevilla, tratar de mejorar y reforzar las cosas que no hacemos del todo bien". La plantilla tiene dos días libres y mañana volverá al trabajo para empezar a preparar la visita al Sánchez Pizjuán del próximo lunes, el primero del curso en ese día.