La Real pone a debate la crisis del Madrid
Varane, Granero y Kaká ocuparán el lugar de los sancionados
Hace una semana nadie hubiera imaginado la trascendencia del partido Real Madrid-Real Sociedad. En las previsiones sobre las dificultades (pocas) con las que se encontraría el líder hasta el final del campeonato no aparecía, ni por asomo, este encuentro. Sin embargo, la vida del Real Madrid ha cambiado en siete días en una medida mucho mayor que los cuatro puntos perdidos. Ni siquiera desde Barcelona se hubieran imaginado una reacción tan nerviosa y melodramática ante dos empates. De ahí que estén sin palabras.
Ayer fue buena muestra del estado de excepción declarado por Mourinho, entrenador, mánager y general en jefe de las fuerzas armadas. Para empezar, se suspendió la tradicional conferencia de prensa de la víspera. Se confirmó así el paranoico silenzio stampa. En lugar de imponer al banquillo el voto de silencio con los cuartos árbitros, el Real Madrid señala a la prensa, conspiradora por definición. Y la cosa es peor aún: en ese estado de mudez institucional sólo se escucha ladrar al dóberman de Paramés.
El caso es que el Real Madrid se ha metido solo en este lío y así deberá salir. Recursos no le faltan. Finalmente, Ramos podrá jugar por la corrección de Competición, con lo que los puestos a cubrir serán los de Pepe (Varane), Lass (Granero) y Özil (Kaká). Callejón no entró en la lista, todavía dolorido por el pisotón de Bruno, y el castigo a Coentrao quedó en humo; ayer volvió a la convocatoria.
Intrigas.
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La respuesta del Bernabéu es una incógnita, aunque se espera apoyo hasta que el juego diga lo contrario, si es que osa. También intriga la reacción de Casillas ante las críticas, básicamente, por la falta de costumbre. Por no hablar de Turienzo, factor indescifrable sobre el que se debaten dos fuerzas: villarato y contravillarato.
La Real no llega bien a la cita, pero su cielo se despeja por la borrasca del anfitrión. Ansotegi y Griezmann regresan después de cumplir sus respectivas sanciones y el once luce bonito (Illarramendi, Prieto, Zurutuza, Vela...), aunque el equipo es comprobadamente blando en defensa. Del partido sólo se puede adelantar algo y es un refrán chusco: la primavera, la sangre altera.



