El Elche piensa en Powel como recambio de Linares

Ala espera de lo que diga Cugat el lunes sobre la rodilla de Linares, el Elche sigue buscando alternativas por si se confirma su baja de larga duración. Descartada la opción de Geijo, la comisión deportiva baraja ahora el nombre de Berry Powel. El delantero holandés está sin equipo tras rescindir su contrato con el Nàstic. Ya fue objeto de deseo de Bordalás en verano, antes de firmar a Bille. El problema es que el jugador está lesionado y hasta mediados de abril no recibirá el alta. En febrero fue operado de una rotura en el cuádriceps derecho y la duda radica en la conveniencia de arriesgar con un jugador cuya recuperación es una incógnita.

Powel fue operado por Cugat y el próximo lunes, el doctor Quesada acompañará a Linares hasta Barcelona. Allí, aprovechará, por orden de la comisión deportiva, para preguntar por la evolución del ariete holandés. El exjugador del Nàstic, que había marcado nueve goles antes de caer lesionado, estuvo ayer con el especialista para pasar una nueva revisión. Cada dos días, visita su clínica y está trabajando con un fisioterapeuta y un preparador físico.

AS contactó ayer con el jugador que explicó que empezará a correr "la próxima semana". En ese caso, Powel estaría para tocar balón dentro de un mes. Los técnicos tendrán que tomar una decisión en función del resto de alternativas y del informe de Cugat.

Fue despedido del Nàstic por una salida nocturna

Berry Powel, pese a haberse desvinculado del Nàstic, sigue en Tarragona recuperándose de su intervención en el recto anterior de su pierna derecha. Una lesión que tiene relación con su fulminante despido del Nàstic. Las fotos de un seguidor del equipo catalán evidenciaron que el jugador, pese a estar de baja, tuvo una salida nocturna justo antes de confirmarse que su lesión había empeorado y que tendría que operarse. Este hecho sentó muy mal en el Nàstic, que ordenó rescindirle el contrato. El holandés defiende sus derechos en los tribunales porque asegura que la gravedad de su lesión fue provocada por jugar infiltrado varios partidos hasta que la rotura fue a más. En verano, 30.000 euros separaron al Elche de su fichaje (le daba dos años) y ahora puede terminar en tierras ilicitanas, siempre que haya garantía de que puede ser útil antes de terminar la Liga. La operación no supondría un elevado esfuerzo porque el jugador, como Cristian, tiene ganas de reengancharse al tren de la competición después de su salida del Nàstic.