Un gran gol de Álvaro hizo silenciar a todo El Molinón

El Mallorca vio reflejado en el marcador su mejor juego ante un Sporting demasiado atenazado por la clasificación. La presión de El Molinón se acalló con el espectacular gol de Álvaro.  

Clemente mantuvo el mismo equipo de Granada, con la novedad de Nacho Cases en la medular, mientras que Caparrós optó por dar descanso a Hemed y par paso a Álvaro en el ataque bermellón.

 El conjunto balear asumió el mando en los primeros minutos y sorprendió a los rojiblancos con un espectacular cierre de espacios. Los baleares también aprovechaban para buscar espacios en la zaga rojiblancas. Los dos primeros avisos fueron de Alfaro, pero su lanzamiento se le fue alto y en el otro estuvo acertado Juan Pablo. 

La anécdota del primer tiempo fue un apagón de una de las fases de la iluminación del campo, pero tras la consulta a los capitanes no fue preciso parar el partido, que no sufría modificaciones, con un Mallorca más entonado, firme en el campo, con sentido de la anticipación ante un Sporting con pocas ideas y demasiado nervioso.

 Sólo las apariciones de Adrián Colunga y algunas de Mendy creaban alguna sensación de peligro para Aouate, pero con un nivel inferior al de los rojiblancos, que perdía con demasiada facilidad el control del balón, además de estar muy imprecisos en el pase.

El Sporting sólo se acercó con peligro en una jugada de Mendy, con toque de Barral y remarte de Adrián Colunga demasiado flojo. El ovetense había probado fortuna desde lejos, pero Aouate solución en la primera y la barrera despejó la segunda en una falta.

Premio balear. El mejor juego del Mallorca tuvo premio en el gol de Nunes, en la jugada menos vistosa, ya que el tanto llegó después de tres rebotes, sin que el conjunto balear tuviera fortuna en otras acciones más elaboradas.

El Sporting empezó a atacar a ráfagas, con más corazón que cabeza. Mendy, con su extraordinaria rapidez, creaba algunas complicaciones a Cáceres, así como el desequilibrio de Adrián Colunga. Pudo empatar el conjunto gijonés, pero los rebotes no le favorecieron. En cambio, en un espectacular pase de Cases a Colunga, la zaga bermellona se vio sorprendida y el ovetense firmaba el empate.

El partido cambió poco con el empate, aunque los jugadores gijoneses tenían más raza, si bien seguían con una laguna en el centro del campo, donde Gálvez no tenía su día y Trejo participaba muy poco para la posición en la que estaba.

La primera jugada del segundo tiempo volvió a cambiar el panorama del partido, con un gol inesperado del Mallorca. Una internada de Nsue, quien se fue de Canella, el disparo del mallorquinista fue desviado por Pedro Orfila, con el infortunio de que despistó a Juan Pablo y entró dentro de la portería.

El tanto serenó al conjunto de Caparrós y desató más el nerviosismo en el de Clemente, quien buscó soluciones con De las Cuevas. Llegó el empate de Botía, en una buena  reacción gijonesa, pero Álvaro puso la guinda al partido con un gol de bandera que desarboló a los gijoneses.